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Antonio Madrigal Hurtado presenta su novela en Bellas Artes

Sueños artificiales, ficción blanda sobre la vida después de la muerte
 
Periódico La Jornada
Sábado 14 de noviembre de 2015, p. 8

Un biochip desarrollado por científicos es utilizado de receptor y transmisor con el fin de crear una experiencia cercana a la muerte, sólo para comprobar que existe un mundo después de esta vida. Tal es la premisa de Antonio Madrigal Hurtado en su libro Sueños artificiales.

Durante la presentación, ayer, en el Palacio de Bellas Artes, el escritor mencionó que aparte de entretener a lector, su novela pretende dejar algo sin la intención de imponer sus ideas, sino que cada quien forje las propias conforme a lo que viva.

Ante un público de todas las edades, Madrigal planteó que las ciencias explican el mundo material considerado un logro del hombre, pero hay muchas incógnitas, desafortunadamente no todas son respondidas por la ciencia, como las dudas sobre lo que hay después de la muerte.

Destaca la creación de una serie de cuestionamientos que hacen reflexionar, desconciertan y evidencian la ignorancia o soberbia de quienes creen que no hay más después de este mundo. 

En la obra, el doctor Pablo Dana se somete a un primer ensayo del proyecto de investigación denominado Frontera. En una experiencia de 23 minutos comprueba que sí existe otro mundo, aunque considera que de distinta naturaleza, pero más vivo en todo; para adquirir esa convicción, el investigador pretende poner al alcance de la mayor cantidad de gente posible ese experimento como él vivió.

Otro personaje, Tamara, es una joven que por accidente pierde la memoria y quiere sujetarse al proyecto Frontera con la firme esperanza de volverá a tener conciencia de sus orígenes, pero tras pasar por el experimento ya no fue la misma y sus amigos consideran que es una loca que sostiene que el fin de la humanidad ha comenzado. 

Madrigal Hurtado muestra inquietud por encontrar una explicación sobre el mundo que nos rodea, pues reconoce que existen muchas incógnitas sin respuesta hasta el momento, por lo que la ficción permite especular.

Aunque en un inicio no buscó que fuera así, dijo, recurrió a la ficción blanda, así como a la religión y a la espiritualidad, pero sólo para mostrar cómo se aprovechan algunos para embaucar a la gente y lucrar con ella.

Antonio Madrigal subrayó que en su libro tiene la intención de mostrar al lector la necesidad de una transformación humanista que lleve a la sociedad en su colectividad, y de forma individual, a corregir el camino para lo que podría ser la sociedad del futuro.

Quiso hacer, explica, un trabajo corto, pero al pedir que lo leyera mi hermano para saber su opinión, éste me dijo que no entendió nada, por eso amplió la trama y añadió personajes en distintos escenarios que al final confluyen para dejar clara la historia. 

Antonio Madrigal Hurtado colaboró de 1996 a 2001 en la revista Pluma del Ganso. Sueños artificiales es su primer trabajo publicado por Ediciones Sediento, con licencia de Abaleo Ediciones.