Los centros comerciales de la ciudad de México lucían con poca afluencia de clientes la mañana de este viernes, durante el arranque de la quinta edición de El Buen Fin.

Algunas tiendas, como RadioShack, ubicada en Municipio Libre, abrieron una hora antes (desde las 8), pero poco antes de las 10 no había habido mucho movimiento, de acuerdo con uno de los dependientes.

En el Office Depot de Plaza Universidad se anunciaban descuentos desde 15 hasta 50 por ciento y promociones de regalos a partir de cierta compra, pero tampoco había mucho movimiento.

Estamos esperando que la gente llegue a partir de las 11, dijo el gerente de una tienda de telas cuyas ventanas estaban cubiertas con anuncios sobre descuento de 20 por ciento en todo. Por la noche el mismo gerente, Víctor Merino, comentó que aunque sí se incrementa un poco la afluencia de clientes en el primer día de El Buen Fin, la mayoría comienzan a aparecer entre el domingo y el lunes. Como buenos mexicanos dejamos todo hasta el último.

La mayor parte de los entrevistados coincidieron en que el primer día de El Buen Fin las personas acuden a los establecimientos principalmente a preguntar por las rebajas existentes y es hasta los últimos días que se incrementa la afluencia y las ventas.

Sin embargo, en el departamento de pantallas planas, computadoras y teléfonos de un Sears los empleados aseguraron que ya desde ayer comenzaron a vender más productos.

Sí ha subido como 200 por ciento la llegada de gente pero todavía esperamos que suba más el lunes, que es día feriado por el aniversario de la Revolución Mexicana, comentó un vendedor.

Durante el banderazo de salida de la quinta edición de El Buen Fin, creado por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) para impulsar las ventas en el mes previo al fin de año, Enrique Solana Sentíes, presidente del organismo, consideró que no es razonable comprar productos y endeudarse por dos años: hay que ser realistas como consumidores y sólo absorber pasivos que pueda uno pagar en el corto plazo.

Aunque indicó que se prevé una derrama inferior a la meta del año pasado de 190 mil millones de pesos, calculó que habrá un incremento de entre 4.5 y 5 por ciento respecto de las ventas normales de cualquier otro fin de semana.

Entrevistado luego del acto inaugural, celebrado en un centro comercial de Interlomas, en Huixquilucan, estado de México, opinó que la devaluación podría tener un impacto importante en los precios de productos importados, en especial en electrodomésticos, por lo que los consumidores podrían encontrar no sólo pocas ofertas sino incluso ligeros aumentos de precio en algunos productos.

Por esa razón, explicó, el escenario para el ofrecimiento de grandes ofertas se ve un poquito más turbio este año, pues hay una inflación potencial de productos cuyos precios no se han ajustado al alza del dólar desde septiembre o agosto.