Buenos Aires.

Argentina y Brasil empataron a uno en el superclásico sudamericano jugado con intensidad y sin dar ni pedir tregua, efectuado en el estadio Monumental de Buenos Aires, por la tercera fecha de la clasificatoria para el Mundial de Rusia 2018.

Ambas selecciones y alrededor de 50 mil aficionados guardaron un minuto de silencio por los atentados en París.

Fue Ezequiel Lavezzi quien al minuto 34 inauguró el marcador por la albiceleste, con un tiro cercano a la portería, y Lucas Lima igualó para la canarinha al 59, lo que deja a ambos equipos fuera de la clasificación directa a la justa rusa.

Relegados en la tabla de posiciones, Brasil lleva cosechadas una victoria, un empate y una derrota, con sólo cuatro puntos, mientras los argentinos, con una caída y dos igualadas, acumulan dos, lejos del ideal de los nueve que suma Ecuador luego de tres fechas.

La albiceleste no pudo doblegar al equipo de Neymar, aunque al menos marcó su primer gol tras dos partidos con la pólvora mojada.

El tanto de Lavezzi fue el primero de los pamperos desde que doblegó 6-1 a Paraguay en las semifinales de la Copa América, en la que luego cayó en la final ante el anfitrión Chile.

El atacante del París-Saint Germain, convirtió al anticipar a Dani Alves tras un centro rasante de Gonzalo Higuaín, quien a su vez recibió un pase de Ángel di María, en un duelo en el que los argentinos presionaron de entrada pero sin gravitar.

Neymar entró muy poco en el juego, aunque la selección brasileña tuvo su mejor versión cuando la pelota pasó por sus pies.

La verdeamarela igualó el partido cuando Lima la mandó a a la red después de capitalizar un golpe de cabeza de Douglas Costa en el travesaño.

Argentina se perdió el segundo tanto al minuto 47, después de un disparo de Ever Banega a pase de Higuaín. Se estrelló en el palo.

Además de Messi, la albiceleste sufrió las ausencias de casi medio equipo titular, entre ellos los también lesionados Sergio Agüero y Carlos Tévez.

Brasil se quedó con uno menos cuando David Luiz fue expulsado por doble amarilla.

Los jugadores argentinos se retiraron frustrados del campo. Marcos Rojo salió llorando tras perderse al 86 el segundo gol que habría cambiado la historia.

Hicimos un gran esfuerzo pero no se nos dio, lamentó Roncaglia, uno de los pocos jugadores que aceptó hablar tras el choque.