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Ver día anteriorJueves 12 de noviembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad perdida

Bomba a punto de estallar en la Secretaría de Movilidad

Sin nombramiento, Ballesteros presenta proyectos

M

ás tarde que temprano, en todo el gobierno de la ciudad, pero principalmente en la jefatura de Gobierno y en la Secretaría de Movilidad (Semuvi), habrá de estallar un bomba que tuvo una mecha larga que ya se consumió, y hace peligrar uno de los puestos con los que esperaban tranformar a la dependencia. Nos referimos, desde luego, a la que podría haber sido la subsecretaría del Nuevo Modelo de Movilidad.

Luego de más o menos 90 días de trabajo, Laura Ballesteros, a quien se había designado como la funcionaria de ese nuevo proyecto para el DF, no ha recibido ni un solo centavo por su participación en el gabinete. Es más, en términos de ley, la señora no existe aunque haga declaraciones en nombre del gobierno o de la Secretaría de Movilidad.

El asunto es serio porque sin el soporte legal que da el nombramiento oficial, con todas las de la ley, la queretana ha lanzado declaraciones y hasta proyectos del gobierno que hasta hoy, se le busque donde se le busque, no podría hacer, dado que no existe en la estructura de la Secretaría de Movilidad, ni en ningún otro directorio, por ejemplo, en el de las dependencias del GDF.

Claro, tal falla no podría adjudicarse más que al gobierno central, que no ha creado el puesto que ocuparía la política de extraccion panista, total, es costumbre que primero se haga el nombramiento y después se corrijan o se rediseñen los directorios de las dependencia, pero en este caso, habrá que decirlo así, ya se pasaron.

El supuesto es que el gobierno central, por cuestiones de burocracia simple, se ha olvidado del asunto mientras la dama en cuestión ejerce el mando sobre una subsecretaría que trabaja, pero no existe, donde hay cuando menos cinco o seis personas que laboran a diario, en el noveno piso del edificio de Álvaro Obregón, pero que no están registrados en las estructuras de la Semovi, por lo que desde julio pasado no cobran.

Así que si de lo que se trata es de buscar culpables, pues allí, en el GDF, podrán encontrarlos, pero quien piense de esa manera está absolutamente equivocado, simplemente no es por ahí. Tampoco se puede decir así, llanamente, que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se arrepintió del nombramiento –de Laura no, pero de otros está hasta el gorro–, el asunto es mucho más complicado.

Se trata de un conflicto de interés el que ha frenado la puesta en marcha, oficialmente, de la Subsecretaría del Nuevo Modelo de Movilidad. Méritos profesionales aparte, Laura Ballesteros está casada con Bernardo Baranda, director para América Latina y México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo.

Esta organización que promueve, por ejemplo, el uso de bicicletas y la instalación de parquímetros es algo así como un asesor del GDF, y por tanto se podría caer en un conflicto de interés que perjudicaría de muchas maneras a Miguel Ángel Mancera. Cuidado, no se trata de socavar, de ninguna manera, los méritos de la señora Ballesteros, todo lo contrario, sus cualidades académicas y profesionales son sobresalientes, pero la ley, es nada más la ley.

Manuel Granados, el jefe de la consejería jurídica del DF, nos dicen, ni caso le ha hecho al asunto, porque anda ocupado en otros asuntos, pero la cosa es que el conflicto va creciendo y, cuando estalle, nadie querrá hacerse responsable. Aguas con eso.

De pasadita

Con los mejores augurios, nació ayer, oficialmente, el canal de televisión de la Asamblea Legislativa, que dirigirá el periodista Ricardo Rocha. El asunto sin duda importante culmina negociaciones iniciadas apenas un par de meses después de que Mancera tomara posesión, y surgió de la cabeza de Marcela Gómez Zalce.

El primer acuerdo difícil de Rocha y el diputado Raúl Flores fue hacer que los diputados locales aceptaran que la pantalla de la ALDF no transmitiría en vivo la sesiones de la asamblea, por aquello de no convertirse en una sucursal del canal del bostezo, perdón, del Congreso. Felicitaciones a todos los involucrados.