Todo el trabajo que se ha hecho para proteger a grupos vulnerables lo puede echar abajo Internet cuando se vuelve una vía para emitir mensajes de odio. Ante la posibilidad de manifestar prejuicios bajo la libertad de expresión se puede destruir a cualquier persona, en particular a integrantes de una minoría, afirmó Ariel Kaufman, especialista en derechos humanos de la Universidad de Buenos Aires.

Las expresiones de odio en la red deberían ser reguladas o limitadas, aunque se piense que son parte de la libertad a decir lo que pensamos, planteó en entrevista. Las manifestaciones de amor o mensajes positivos no necesitan un aval para ser difundidos. Pero las que son desagradables, que causan desazón, tristeza o cólera en quienes son criticados, son las que deben vigilarse.

El odio es un sentimiento que puede ser condenable, pero jurídicamente está permitido. Tenemos derecho a odiar y a decirlo, lo que no se puede hacer es excluir a quienes de por sí ya lo están siendo.

Si digo que aborrezco a los del tal partido político quizá no esté bien, pero si digo que aborrezco a los homosexuales es distinto, pues se trata de un grupo vulnerable. Y si lo pones en una red social provocará que éstos teman ingresar y encontrarse un mensaje en su contra.

Temor del mundo digital

La web ha provocado la mayor expansión de derechos de la historia, asegura. Sin embargo, no todos están pudiendo expresarse libremente y el riesgo que se corre con la propagación de ideas de abominación en contra de algunos es que sientan temor del mundo digital, y con ello sean expulsados de ese espacio, indicó.

Es como si hubiera un barrio homófobo en la ciudad de México, explicó. Si un homosexual entra será insultado y atacado, y no es fácil para él lidiar con eso. Esto también le ha ocurrido a muchas mujeres cuando reciben mensajes desagradables. Algunas no lo toman mucho en cuenta, otras sí lo hacen y prefieren alejarse de esos foros y, entonces, son excluidas, lo cual significa un retroceso de sus garantías individuales, sostuvo Kaufman, autor del libro Libertad de expresión, expresiones de Odio e Internet.

Dichas declaraciones de odio publicadas en la red existen porque la tecnología no se ha desarrollado a la par de leyes que la acompañen, cuya misión debiera ser proteger e integrar plenamente a todos, consideró. Una de sus propuestas es que cuando la autoridad judicial determine que un sitio contiene discursos de odio le impidan a sus propietarios realizar transferencias monetarias y que no pueda cobrar anuncios publicitarios de su página.