Una tercera parte de las personas que viven en México con algún tipo de discapacidad son objeto de discriminación y actitudes de injusticia.

Durante el primer Encuentro nacional de usuarios de perros guía, la Comisión de Atención a Derechos Humanos de la Cámara de Diputados dio a conocer que en la República el número de personas con discapacidad suma 5 millones 300 mil, y de ellas 27 por ciento (un millón 800 mil) son discriminadas.

El presidente de la comisión legislativa, Gustavo Madero, refirió que en el país no se ha construido por parte de las administraciones (tanto de PRI como de PAN) una cultura de respeto ni de reconocimiento a las personas con debilidad visual o ceguera, y que requieren de un perro (lazarillo) para trasladarse a distintos lugares.

“Es inaceptable que en algunos restaurantes y otros lugares no se permita el acceso de perros de asistencia; es una falta de cultura (sic), de educación y de reconocimiento del derecho humano. Estos caninos no sólo pueden ser usados por personas invidentes o con debilidad visual, sino también por pacientes con diabetes y autismo.”

A decir del político chihuahuense, la población en general está obligada a asumir que los perros de asistencia no deben ser distraídos cuando se encuentren brindando asistencia a las personas discapacitadas. No se les debe ofrecer comida cuando se encuentren realizando la función para la que fueron entrenados, porque distraerlos provocaría errores de gravedad para aquellos que dependen de éstos.

Su compañera de bancada Kathia Bolio adelantó que serán presentadas iniciativas de reforma en San Lázaro para incluir los derechos de personas con discapacidad, el respeto a éstas, porque requieren de garantías para que los caninos entrenados para acompañarles sean respetados.