Lunes 2 de noviembre de 2015, p. 5
De resultar positiva la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto al proyecto de sentencia del ministro Arturo Zaldívar para permitir el consumo y cultivo personal de mariguana con fines lúdicos y recreativos, se sentaría jurisprudencia, lo que a su vez permitiría tener un debate más amplio sobre su posible despenalización, coincidieron especialistas e integrantes de organizaciones que pugnan al respecto.
Leopoldo Rivera, de la Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis, dijo que es una discusión necesaria. ‘‘Me sorprende que haya tardado tanto. De 2007 a la fecha hay en promedio diez iniciativas de ley que se han congelado en la Cámara de Diputados y nadie ha querido entrar al debate. Entonces, de aprobarse, se podrá hacer uso medicinal de la mariguana sin mayores restricciones’’.
Manifestó, que la planta ha demostrado su efectividad en terapias a escala mundial. ‘‘Aunque no se han investigado sus propiedades medicinales, el hecho es que las tiene porque hay millones de personas aplicándolas’’.
Por su parte, Octavio Nateras, profesor investigador del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana, confió en que una resolución favorable en torno al amparo promovido por un grupo de ciudadanos para hacer uso recreativo de la yerba quedaría como un antecedente que abriría la discusión sobre su despenalización.
Señaló que el tema tiene que ver con las garantías individuales, particularmente con el derecho de las personas a decidir si la consumen o no, y se refirió a la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, según la cual del total de las drogas ilegales, la mariguana es la que más se consume (80 a 85 por ciento) y quienes más lo hacen son los jóvenes.
‘‘Si consideramos a un joven ciudadano mayor de edad, que tiene el derecho de decidir qué consume en función de la posible despenalización de la mariguana, el caso sería similar al del alcohol, la droga que causa más daños sociales y respecto al cual todas las industrias asociadas advierten sobre consumos responsables.’’
Lo que hoy se discute es que un ciudadano pueda tenerla para su autoconsumo y ‘‘que no se le confunda con narcomenudista, que es muy distinto, lo que evitaría el abuso por parte de los cuerpos policiacos que frecuentemente tratan a los jóvenes como si fueran delincuentes. Se trata de un derecho ciudadano de consumo con fines recreativos’’.