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El nuevo líder de la Cámara de Representantes
L

a Cámara de Representantes de Estados Unidos (Diputados) fue objeto de una revuelta del sector republicano ultraconservador. El resultado es que obligó a su líder, John Boehner, a renunciar al cargo de speaker of the House, que en términos prácticos es el político de más alto rango en el país después del Presidente. Su pecado: no haber demostrado mayor dureza para oponerse a la política de Obama.

Después de intensas negociaciones, la responsabilidad de remplazarlo recayó en Paul Ryan, legislador cuya ideología conservadora descansa en recortes en los impuestos y el gasto en programas sociales. El resultado es que con base en esa ideología, los legisladores republicanos se han opuesto a la aprobación de un presupuesto con menos recortes y han paralizado las actividades del gobierno en dos ocasiones.

Entre otros, el economista Paul Krugman ha criticado a Ryan por falta de rigor en sus propuestas para elaborar el presupuesto, que hasta la semana pasada había sido su tarea más importante. Ryan llega ahora al sitio de máxima responsabilidad en el Congreso. No sólo determinará la agenda legislativa, sino que podrá inclinar la balanza en favor de sus ideas sobre la forma en que el Estado debe recaudar y gastar. Salvo un cambio sorpresivo, se da por descartado que las impulsará con el apoyo de los sectores más conservadores en la Cámara de Representantes.

Cuando el pensamiento conservador de Ryan y sus condiscípulos en el Congreso se concreta en la vida de millones de personas es cuando se percibe la magnitud real del daño que causan. Uno de esos aspectos es retomado por el economista Eduardo Porter, de la Universidad de Arizona, en un artículo publicado en el New York Times. Como resultado de una propuesta de Ryan de ceder a los estados los recursos para diferentes programas sociales, escribe Porter, Arizona ha sido el primer estado en el que se aprobó otorgar un subsidio económico a las familias pobres durante 12 meses en una sola ocasión. Tan sólo el año pasado 16 mil familias sufrieron el recorte de esos recursos.

Con Ryan en el liderazgo de la Cámara de Representantes habrá que esperar que en la mayoría de los estados gobernados por republicanos, al igual que en Arizona, se aplique la misma política restrictiva. Hoy en día solo 26 por ciento de las familias pobres en la nación reciben apoyo económico, comparado con 68 por ciento hace sólo dos décadas. Ciertamente, no es porque haya menos pobres en Estados Unidos, ya que, de acuerdo con el censo de 2012, uno de los pocos ingresos que tenía una de cada cinco familias eran vales para comer, concluye Porter.

Para poner en contexto las conclusiones, no sólo de Porter, sino de otros renombrados economistas, en la mayoría de los estados de la Unión el más alto porcentaje de pobreza se ubica entre las familias de origen hispano y afroestadunidense. En último caso, ellas serán las que sufran las consecuencias de una política más astringente en materia de gasto social, que es una de las la premisas más significativas del nuevo líder de la Cámara de Representantes.