Los electores votaron en favor de la unidad y la integridad del país
, asegura Erdogan
Analistas atribuyen la victoria del AKP al miedo por el conflicto interno kurdo y la guerra en Siria
Lunes 2 de noviembre de 2015, p. 25
Ankara.
El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), islamoconservador en el cual milita el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, logró una amplia victoria contra todo pronóstico en las elecciones legislativas anticipadas de este domingo, y volverá a tener la mayoría absoluta en el Parlamento que había perdido en junio.
Sobre la base de casi ciento por ciento de papeletas escrutadas, el AKP obtuvo 49.2 por ciento de sufragios y logró así 316 de los 550 escaños de diputados. De inmediato el primer ministro Ahmet Davutoglu llamó a la unidad en este día de victoria
, tras confirmarse la mayoría absoluta del oficialismo en el Parlamento.
Nadie debe caer en el derrotismo. Hoy no hubo perdedores, solamente ganadores
, expresó Davutoglu en un discurso ante miles de simpatizantes del AKP en Konya, centro del país, en el que prometió reconstruir Turquía con todos los ciudadanos
. Y añadió que la victoria es del pueblo
.
Este resultado supone la revancha de Erdogan, de 61 años, cuyo partido perdió el pasado 7 de junio la mayoría parlamentaria que tenía desde hacía 13 años. Así, Erdogan podrá cumplir su sueño de instaurar una superpresidencia
en el país.
El presidente hizo todo lo posible por retrasar las negociaciones para formar una coalición de gobierno y finalmente decidió convocar a elecciones anticipadas, lo que le valió críticas de la oposición. Además, durante la campaña los rivales de Erdogan intentaron sin éxito criticar su giro autoritario, que ha llevado en los últimos días al cierre de dos cadenas de televisión de la oposición.
La otra sorpresa de la jornada fue el mal resultado el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, pro kurdo) tras su entrada triunfal en la cámara en junio pasado con 13 por ciento de la votación. Esta vez sólo obtuvo 10 por ciento, un mal resultado pero que le permite mantenerse dentro del Parlamento al obtener el tercer lugar.
Tras el anuncio de los resultados hubo enfrentamientos entra la policía y manifestantes pro kurdos en Diyarbakir, gran ciudad kurda del sureste del país. Los choques se dieron en medio de la inconformidad de los activistas kurdos por el resultado a la baja.
El Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) quedó en segunda posición, con aproximadamente 24.5 por ciento de votos, seguido por el Partido de Acción Nacionalista (MHP, derecha), que obtuvo 12 por ciento. Ambos perdieron muchos votos respecto de junio pasado.
Tras conocerse los resultados, la población se dividió para expresar ya fuera rabia o alegría. Casi ningún sondeo había augurado la victoria del AKP, al que sólo daban entre 40 y 43 por ciento de los votos. Analistas atribuyeron la victoria del oficialismo al miedo a la inestabilidad ante el conflicto interno kurdo, la guerra en Siria y la llegada de miles de refugiados.
En un clima de tensión marcado por la reanudación del conflicto kurdo y la amenazas del yihadismo, Erdogan y su primer ministro y líder del AKP, Ahmet Davutoglu, se presentaron como los únicos garantes de la seguridad y la unidad del país.
Erdogan señaló que los electores votaron a favor de la unidad y la integridad
de Turquía.
La campaña estuvo ensombrecida por atentados y el conflicto entre el gobierno y el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), después de que en julio se rempió un cese del fuego entre las partes.
Tras las elecciones de junio, Turquía también fue escenario de atentados atribuidos a la milicia Estado Islámico.