Atenas.

Al menos 26 migrantes, entre ellos 17 menores, se ahogaron la madrugada de ayer frente a costas de Grecia en tres nuevos naufragios de embarcaciones procedentes de Turquía, informó la policía portuaria griega.

El hundimiento, cerca de la isla griega de Kalymnos, se produjo cuando un barco que transportaba a unos 150 personas volcó en medio de la noche. De acuerdo con reportes oficiales, se recuperaron al menos 19 cuerpos.

Más al sur, cerca de Rodas, el naufragio de otra embarcación provocó el ahogamiento de una mujer, un niño y un bebé, mientras cuatro menores sirios fueron hallados ahogados frente a costas de Turquía, al zozobrar la nave en que viajaban rumbo a la isla griega de Lesbos.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo que estaba avergonzado de ser miembro de una Unión Europea (UE) que elude responsabilidades sobre la crisis de migrantes y llora lágrimas hipócritas por los niños que fallecen ahogados.

Añadió: Los niños muertos siempre generan pena. Pero, ¿qué sucede con los menores con vida que vienen por miles y están varados en las calles? A nadie le gustan.

Tsipras dijo al Parlamento que Grecia no quería un solo euro por salvar la vida de miles de refugiados, que siguen llegando a diario a sus costas, y que la UE seguía en desacuerdo sobre cómo manejar el elevado flujo migratorio.

Un alemán de 32 años, identificado como Silvio S. y detenido por la muerte de un migrante de cuatro años procedente de Bosnia, confesó haber asesinado al menor, desaparecido desde el pasado primero de octubre.

La policía berlinesa aprehendió al supuesto asesino este jueves y encontró el cuerpo del menor en el maletero del coche.

La prensa alemana aseguró que se trató de un crimen de carácter sexual.