Monterrey, NL.

La panista Margarita Arellanes Cervantes, primera mujer en ocupar la alcaldía de Monterrey, concluyó a la media noche de este viernes su administración y a su sucesor, el priísta Adrián de la Garza, le hereda un paro laboral de 3 mil 500 trabajadores sindicalizados –que demandan 7.8 millones de pesos de su fondo de ahorro– y una deuda de 7 millones de pesos por falta de pago del servicio de electricidad.

Cerca de las 13 horas, personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó el suministro al palacio municipal por un pasivo por alrededor de 7 millones de pesos; antes se pidió al personal que protegiera la información de sus computadoras y se suspendió el uso de los elevadores y escaleras eléctricas.

Empleados municipales señalaron que durante 30 minutos no contaron con el servicio hasta que habilitaron plantas de energía de emergencia ubicadas en el sótano del inmueble.

Sin embargo, éstas no tienen suficiente fuerza para movilizar elevadores y escaleras, por lo que durante cerca de una hora permanecieron sin uso, al igual que el aire acondicionado de algunas oficinas.

Interceden ante la CFE

El mismo equipo del alcalde entrante intercedió ante la CFE para restablecer el servicio, pues a las 23:30 de este viernes se realizó el traspaso de poderes en la parte baja del palacio municipal.

Debimos hablar con personal de la comisión para que restableciera la luz, pues esta noche es la toma de protesta y ni modo de hacerlo a oscuras o a media luz, y aceptaron esperarnos con el pago, señaló un integrante del equipo entrante; agregó que hora y media después del corte se restableció el servicio normal.

Horacio Reyes Santos, dirigente de los trabajadores sindicalizados, señaló que mantendrán el paro laboral pues la administración no les pagó 7.8 millones de pesos que les adeuda a poco más de 3 mil 500 empleados de fondo de ahorro.

Ya se pasó el tiempo y no recibimos el pago, dijo el dirigente. Agregó que a partir de este sábado negociará con la nueva administración y consideró muy posible que vuelvan a sus labores normales como gesto de buena voluntad con el alcalde entrante.