a emblemática banda chilena de rock Los Tres (Concepción, 1990) respira y emana aires sonoros renovados, desde la salida del guitarrista Ángel Parra (fines de 2013), en que el grupo de culto encabezado por Álvaro Henríquez (composición, voz, guitarra) y Roberto Titae Lindl (contrabajo, coros) entró en una nueva etapa, harto notoria tanto en escenario (demostrada en su gira por México en 2014 y en fechas recientes, como el Festival Coordenada el 17 de octubre o el teatro Metropólitan el día 21) como en grabación de estreno, en la que sus canciones andan por nuevos caminos.

El 22 de octubre editaron el EP Por Acanga (“por acá en slang chileno) y en marzo publicarán la segunda parte, Por Allanga (por allá). Por Acanga se caracteriza por su inmediatez, sin complicaciones de sobreproducción, pero con gran filo en las composiciones, las cuales reubican a Henríquez en la pista de las canciones que calan y desbaratan por su belleza y profundidad, sobre todo en las menos alebrestadas, como las bellas Quizás con quién y Cuento sin final, a las que Henríquez llama baladas terminales, luego de haber editado dos discos no precisamente malos, pero sí algo dispersos como Hágalo usted mismo (2006) y Coliumo (2010).

En entrevista, Henríquez detalla: Tardamos en sacar disco porque anduvimos de gira por Colombia, Perú, Ecuador, México, Brasil (donde tocamos en el FIFA fan-fest en Copacabana, durante el mundial 2014). La nueva grabación fue muy alegre, espontánea: con muchos ánimos y urgencia por tocar, como cuando estás empezando: esa cosa áspera y venenosa de la que soy fan. Hubo buena química entre nosotros y Sebastián Cabib Chiporro (guitarra) y Boris Ramírez (batería): son fans de Los Tres y se saben todas las canciones: entienden de qué vamos, no hay que explicar nada. Ha sido inspirador trabajar con ellos; intenso pero muy fluido.

Cirerol y las baladas terminales

Respecto de su nuevo sonido, es notorio un blues eléctrico antes no abordado, como Hey, hey, hey! Destacan los temas rocanroleros A palos con l’águila y Seguir hasta que salga el sol, así como el cóver a Hey Soledad, del mexicano Juan Cirerol, una especie de norteña-rockabilly con algo de cueca (música tradicional chilena): La elegí por la letra; me recuerda a esas ex novias que te siguen buscando, pero en este caso, es la soledad la que no te deja en paz. Soy muy fan de Cirerol y hace mucho quería hacerle un cóver. Lo admiro muchísimo, pues me parece un separador de aguas: la música buena de la mala, la de verdad y la de plástico; él está del lado bueno. Hicimos algunas variaciones y en dos tomas estuvo. En vivo es muy divertido tocarla, resulta muy punk.

En cuanto a Quizás con quién y Cuento sin final, amén de ser de lo mejor que ha escrito Henríquez en mucho tiempo, se oyen atmósferas con sintetizadores, inédito en Los Tres. Comenta: “Son canciones de algún modo sicodélicas, más de sensaciones que de partituras; más de texturas y de tocar el corazón. Me imagino un vendaval de sonido, instrumentos que se cruzan y un tipo cayendo como en Vértigo, de Alfred Hitchcock. Un abismo sin fin”.

México y Chile

Sobre su relación con México, dice: Tenemos un amor violento con México. Para nosotros es necesario venir; sentimos a la gente muy cerca: entienden perfecto lo que quiero decir en las canciones, los códigos que usamos. Les divierte nuestro acento y a nosotros el suyo. Somos pueblos muy parecidos. Nuestra relación con México es fuerte: son gente muy leal con una energía incalculable. Estamos contentos de tener acá un seguimiento tan grande, aun luego de 20 años. Nunca me voy a divorciar de México.

A propósito de que la escena de rock chilena ha crecido en creatividad y prestigio en la última década, Henríquez precisa que quizá se deba a que, a diferencia de hace dos décadas, los jóvenes valoran más el ser chilenos: “Antes eran pocos los que conocían de cuecas; ahora en ciertos círculos hasta es hipster. Nos sentimos orgullosos de haber iniciado esa onda de revalorarla; de armar el ciclo La Jane Fonda (la fonda es parecida al fandango). Ahora los más jóvenes quieren a sus grupos, ya no sienten necesitar bandas de fuera. De ahí que haya tanta confianza en hacer música propia. Aun así, falta mucho. En México la gente quiere a Café Tacvba, porque los sienten suyos, propios; acá todos saben lo que es un son huasteco, jarocho. Allá, aún no todos saben qué es una cueca”.

Sobre la situación de Chile, dice sentirse mal: Es triste que mucha gente del gabinete de Michelle Bachelet, que luchó contra la dictadura, ahora esté siendo investigada por corrupción. La credibilidad se pierde, todo se relativiza. Sin embargo, veo a la gente pasándosela mejor, con más festivales, ganas de hacer fiesta, menos solemnidad. Sintiendo que nos merecemos por fin ser felices.

Los Tres cierran su gira por México el sábado 31 en Monterrey (Café Iguana) y el domingo 1º en Caradura (Nuevo León 73, Condesa). 19 horas, $150 (más conciertos).

Twitter: patipenaloza