Las bancadas del PAN y del PRI en la Cámara de Diputados cruzaron señalamientos sobre la autoría de la reducción del impuesto a las bebidas azucaradas. César Camacho Quiroz, Jorge Carlos Ramírez Marín y Jorge Estefan acusaron a los panistas de haber presentado la propuesta a la Secretaría de Hacienda. En respuesta, Marko Cortés, coordinador de blanquiazul, dijo que éstos fomentan una mentira y los emplazó a incrementar el gravamen a dos pesos por litro.

La modificación a la miscelánea fiscal, que redujo de un peso a 50 centavos el impuesto a las bebidas azucaradas en un rango de cinco gramos por litro, fue aprobada por PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza y Encuentro Social. Ahora, tras la respuesta negativa de distintos sectores de la sociedad, las fuerzas políticas buscan subsanar el descrédito.

Camacho, quien encabeza el grupo legislativo de PRI, apuntó al PAN responsabilizándolo de esa decisión: Que no haya duda. Este es un planteamiento del Partido Acción Nacional, que formó parte de una negociación del más amplio espectro, un planteamiento con el que al final estuvimos de acuerdo porque consideramos que tiene justificaciones.

Con mayor bagaje sobre temas legislativos, el vicecoordiandor priísta, Jorge Carlos Ramírez Marín, también adujo que los panistas son los padres de dicha medida. Es un impuesto que impulsó el PAN, que negoció con Hacienda. Si ahora, en el Senado, le dan marcha atrás, pues para nosotros es bienvenido. Son más de 500 millones que le hacen bien a la hacienda pública, y aunque encontramos alguna justificación en cómo estos 500 millones ingresarán sin afectar la salud de los mexicanos, si los que lo propusieron dan marcha atrás, nosotros no tenemos ningún inconveniente en ratificar la decisión que tome el Senado.

–Entonces, si se queda en un peso, ¿para el PRI no hay ningún problema?

–No tenemos ningún inconveniente. No fue una propuesta de nosotros.