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La industria automotriz alemana no fue afectada por el escándalo

Contrata Volkswagen a ex ejecutivo de Opel como director de estrategia
 
Periódico La Jornada
Martes 27 de octubre de 2015, p. 23

Francfort.

Volkswagen contrató a un importante ejecutivo de su competidora Opel, mientras trata de recuperarse del escándalo provocado por la alteración de emisiones de sus motores diésel. Atraer a Thomas Sedran como director de estrategia aporta una voz ajena a la compañía. La medida se suma a la decisión de contratar a Christine Hohmann, exjueza que supervisó el cumplimiento legal de otro competidor, Daimler, por otro escándalo.

En Berlín, el economista del instituto Ifo, Klaus Wohlrabe, opinó que la industria automotriz de Alemania no parece haberse visto afectada por el escándalo, y añadió que las compañías de este sector habían revisado al alza sus planes. El presidente de Volkswagen, Matthias Müller, acompañará a la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, en un viaje oficial a China.

Durante el viaje, según informó la prensa alemana citando a una persona de confianza de la empresa, Müller aprovechará para informar a la canciller de las investigaciones sobre el escándalo de la manipulación de emisiones.

A su vez, Wohlrabe anunció que la economía alemana está demostrando que es muy resistente, aunque los mercados emergentes y la economía de Estados Unidos estén enfriando las expectativas sobre exportaciones.

En su viaje a China, Müller también tendrá reuniones con los directivos de las joint-venture (empresas mixtas) de Volkswagen en ese país para abordar el escándalo y las nuevas estrategias.

China es el mayor mercado de la fabricante alemana de automóviles, a pesar de que en él apenas se vendieron motores diésel y no se ha visto muy afectado por el escándalo de manipulaciones de emisión de gases.

Según la autoridad china de supervisión de calidad AQSIQ, Volkswagen devolverá un total de mil 950 vehículos importados en el país asiático. El Ministerio de Medio Ambiente chino también anunció una investigación de los vehículos del consorcio alemán.

Volkswagen admitió recientemente haber manipulado hasta 11 millones de vehículos en todo el mundo mediante la instalación de un software que permitía trucar las emisiones de gas cuando éstas estaban siendo medidas por las autoridades competentes.