Domingo 25 de octubre de 2015, p. 17
La continuidad democrática en Argentina, que por primera vez perdura desde hace 32 años, es el valor más destacado de los comicios presidenciales de este domingo, en los cuales el oficialista Frente para la Victoria (FpV) destaca que se juegan dos modelos de país: el que intenta lograr la independencia definitiva, con todo lo que ello significa, construyendo la patria grande, y otros que proponen un regreso al neoliberalismo de los años 90 y la dependencia
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Imposible no hacer referencia a los 12 años de gobiernos del FpV, en una primera etapa con Néstor Kirchner (2003-2007), a la que siguió su esposa Cristina Fernández.
“Cuando Néstor Kirchner llegó a la presidencia el país no salía de la mayor crisis en su historia, en 2001, provocada por las medidas neoliberales que se impusieron a partir del golpe de Estado de 1976 y en los años 90.
La industria nacional era casi nula, producto de la apertura comercial vivida en las tres décadas anteriores; el desempleo rozaba 25 puntos porcentuales, y en algunas provincias llegaba a 60 por ciento. La pobreza alcanzaba a 60 por ciento de la población. Era un país devastado. Es imposible no recordar esto para comparar lo que hoy existe y será difícil volver atrás”, sostiene el Grupo de Estudios La Plata.
Los cambios, reconocidos incluso por organismos internacionales, así como la política regional e internacional impulsada por el kirchnerismo en función de la soberanía, la independencia y los derechos humanos y sociales, con la recuperación de empresas nacionales estratégicas, muestran otro país, consideran el Grupo de Estudios.
A partir de ahí destacan las ofertas electorales de este año en un entorno complejo, en el cual advierte el Grupo de Estudios sobre el accionar de Estados Unidos contra los gobiernos de la región y, particularmente, contra Venezuela, Brasil y Argentina, pilares de la integración regional
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La fórmula de Daniel Scioli, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, y Carlos Zanini, uno de los más importantes cuadros del FpV, presenta una propuesta a partir de todo lo que se ha avanzado y logrado, una base muy distinta a la que encontró el kirchnerismo en 2003
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También ha habido posiciones críticas a Scioli, como la de los intelectuales de Carta Abierta, quienes sin embargo votarán por la fórmula kirchnerista en una decisión estratégica. Otros sectores juveniles del peronismo tienen dudas sobre Scioli, pues es empresario; van a sostener en toda su línea la política de la presidenta Fernández de Kirchner, aunque no sufragarán en contra.
El candidato opositor que está por debajo de Scioli, más de 10 o 12 puntos, es el empresario derechista Mauricio Macri, después de proponer un golpe de timón con el regreso a las privatizaciones, a los ajustes y a los cambios, que los analistas califican de grave retroceso. Modificó su posición porque bajaba las intenciones de voto en su favor.
Mientras Macri hablaba de reconocer la política social kirchnerista y las nacionalizaciones de compañías, los economistas de su entorno prometían al empresariado argentino, en una reunión, imponer las políticas del mercado a golpes, si fuera necesario
. Esto, que fue conocido públicamente, se entendió como la verdadera política que propone el candidato de Cambiemos.
Hay serias advertencias sobre lo realizado por Macri, por pretender apartar el país del modelo de integración existente, y su triunfo significaría un retroceso violento para Argentina y la región, sostienen analistas locales.