La memoria y la esperanza confluyen en la obra XLIII Memoriam vivere, de la compositora mexicana Marisol Jiménez (Guadalajara, 1978), cuyo estreno en el país ocurrió la noche del pasado jueves, a cargo de la London Sinfonietta, en el Palacio de Bellas Artes.

Con ella, la creadora rinde homenaje a los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa desaparecidos hace poco más de un año y, al mismo tiempo, busca alentar a la sociedad para no dejarse vencer por el olvido y las injusticias que ocurren en México. De 15 minutos de duración, ésta no es una pieza oscura ni dramática, según la autora, quien realizó su doctorado en la Universidad de Stanford, Inglaterra.

No es un réquiem ni una elegía, porque, como sociedad, aún tenemos la esperanza de que esos estudiantes aparezcan con vida. Es un círculo que aún no se ha cerrado, indicó.

Sí, es una obra fuerte en la que puede percibirse el dolor, la tristeza y el coraje, pero que también apela a no olvidar y a la vida. Entrevistada al término del concierto de la agrupación británica, la cual hizo el estreno mundial de dicha pieza el pasado 10 de octubre en la capital inglesa, Marisol Jiménez destacó que nadie debe permanecer impasible ante lo que pasa en el país.

Por eso escribí esta obra, es producto de la indignación por lo ocurrido a esos 43 estudiantes, pero también a todas aquellas otras personas que han desaparecido en México en años recientes, dijo.

De acuerdo con la compositora, es tiempo de dejar de lado la actitud pasiva y pasar a la acción, levantar la voz y denunciar, luchar por aquello que se está en contra.

En cada uno de nosotros está el principio de cambiar la mentalidad de que el gobierno debe resolverlo todo. Por pensar así, justo es que la situación sigue igual, consideró. Marisol Jiménez aclaró que el caso Ayotzinapa está representado en su obra más allá del título: Uno de los momentos más evidentes son los 43 segundos de silencio que guardan los músicos antes de que acabe la pieza. No es un silencio fúnebre; es un instante incómodo, de indignación, pero también de esperanza y memoria.

Otro elemento con el cual la autora evoca a los normalistas es por medio de los instrumentos los cuales en varios pasajes tratan de reproducir voces humanas diciendo la palabra vivos, a manera de exigencia o reclamo.

Sin embargo, reconoció que por cuestiones de la acústica del Palacio de Bellas Artes ese aspecto no fue muy notorio, a diferencia del día del estreno mundial de la partitura.

La autora deseó que la pieza pueda escucharse a plenitud en el concierto que la London Sinfonietta ofrecerá este sábado en Guanajuato, como parte del 43 Festival Internacional Cervantino, el cual le comisionó la escritura de la obra.

La prestigiada orquesta de cámara británica, especializada en música contemporánea, repetirá en la capital guanajuatense el programa presentado en el máximo escenario cultural del país, integrado por cuatro obras de autores británicos, y dos mexicanos. Los primeros son Luke Bedford, Laurence Crane, Colin Matthews y Sir Harrison Birtwistle, mientras los segundos son Marisol Jiménez y Enrico Chapela.