Buenos Aires.

Con expectativas y fuertes tensiones cerró este jueves la campaña política para las elecciones presidenciales argentina del próximo 25 de octubre, donde la apuesta mayor es que el candidato del oficialista Frente para la Victoria (FpV) Daniel Scioli pueda ganar en primera vuelta, ya que se mantiene a la cabeza con más de 40 por ciento de los votos y con una diferencia de más de 12 por ciento sobre su competidor más cercano.

En el segundo lugar se ubica el actual intendente de la capital federal, Mauricio Macri de la alianza Cambiemos que encabeza la derechista Propuesta Republicana (PRO) con 28 por ciento de intención de voto y en tercer lugar Sergio Massa, del Frente Renovador, al frente de la alianza Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) con poco más de 22 por ciento.

En un acto multitudinario en el mítico Luna Park, Scioli acompañado por el candidato a vicepresidente Carlos Zanini, anunció una medida muy esperada por sectores de los trabajadores autónomos y asalariados al prometer que pagarán el mínimo imponible de impuesto a las ganancias los que ganen más de 30 mil pesos (unos 3 mil 134 dólares) el doble de lo que estaba estipulado hasta ahora que eran 15 mil pesos y que había creado varios conflictos.

Intervino también Zanini, considerado uno de los cuadros políticos más importantes del kirchnerismo y el ministro de Economía y candidato a diputado porteño por el Frente para la Victoria, Axel Kicillof, quien hizo referencia a los grandes logros de los 12 años de gobiernos kirchneristas, lo que Scioli prometió defender, y a la vez avanzar en todo lo que falta o en lo que sea necesario cambiar.

En este acto fue evidente una presencia mayoritariamente juvenil con todos los sectores como la Cámpora, el Movimiento Evita, Unidos y Organizados y movimientos sociales como Tupak Amaru, pero también ondeaban las banderas de las intendencias del conurbano y de los sindicalistas de varios gremios importantes como el siderúrgico, de la construcción, los taxistas y otros.

Kicillof comparó a la derecha política argentina con los que bombardearon Plaza de Mayo en 1955, porque quieren bombardear al pueblo argentino con sus medidas económicas neoliberales.

En tanto, Cambiemos realizó su acto de cierre en Córdoba, en el estadio Orfeo de esa capital provincial acompañado por su candidata a la vicepresidencia Gabriela Michetti y sus equipos, y también por Ernesto Sanz, de la Unión Cívica Radical y Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, que conforman la alianza. Hay una serie de problemas por las diferencias en el radicalismo, donde una gran cantidad de militantes no aceptan la alianza con Macri.

En la mira de Macri están los 600 mil votos que logró en esa provincia José Manuel de la Sota, peronista de derecha, que acompaña al candidato de UNA, Sergio Massa.

A su vez , Massa cerró su campaña en el municipio de Tigre, provincia de Buenos Aires, y allí estuvo junto a sus principales hombres del Frente Renovador, una mayoría del peronismo no kirchnerista.

Muchas promesas

Las promesas han sido muchas, algunas poco creíbles, en estos últimos dos candidatos que se opusieron a la recuperación de las jubilaciones para el Estado, en la estatización de Aerolíneas Argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, trenes y otros, la asignación universal por hijo y a todas las políticas sociales del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Incluso en estas horas el macrismo reveló su acercamiento a Gran Bretaña, en un cambio a la política por soberanía en Malvinas.

Un tema que ha puesto en guardia a sectores de la intelectualidad, de derechos humanos, y otros, es la promesa de Massa y de Macri de comprometer a las fuerzas armadas en la supuesta lucha contra el narcotráfico y lo que es más grave ponen de ejemplo a México y Colombia, reinvindicando a Álvaro Uribe, un ex presidente acusado por graves delitos de lesa humanidad en su país

Tampoco habría disposición para continuar con una política de derechos humanos que ha ganado el respeto del mundo y que se instaló a partir de 2003 cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner. Ambos candidatos no han dicho nada sobre su política exterior y en todo caso especialmente Macri ha actuado constantemente contra los gobiernos claves en el proceso de integración, con fuertes relaciones en cambio con Washington.

En el caso de Massa, los cables de Wikileaks han revelado sus constantes visitas a la embajada de Estados Unidos y no se ha definido en política exterior, pero en el tema de seguridad se acerca a las derechas más duras de la región.

Es evidente que como dice el gobierno en estas elecciones se enfrentan dos modelos de país totalmente diferentes. Las definiciones en favor de un retorno al neoliberalismo de los años 90 fueron expuestas en algunos casos de forma encubierta, tanto con Macri. como por Massa. Es una elección clave para el país y la región. Los otros tres candidatos Margarita Stolbizer de Progresistas, Nicolás del Caño del Frente de Izquierda, y el ex presidente (por días) Adolfo Rodríguez Saa, están muy lejos de llegar a una segunda vuelta, pero definirán posiciones hacia el futuro en el caso de una segunda vuelta.

Es importante advertir, que ante la diferencia que existe entre Scioli y Macri, los seguidores de este tratan de imponer la idea de un posible fraude, como intentaron hacer en Tucumán. De hecho algunas maniobras del macrismo han llevado a la Cámara Nacional Electoral a pedir responsabilidad y prudencia a los candidatos y sus partidos o alianzas. A partir de las cero horas de hoy se instala la veda electoral.