El proyecto para transformar el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en secretaría busca que la cultura tenga el lugar político que merece, el de una dependencia de Estado para que pueda tener la fuerza y eficacia que requiere, explicó anoche el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer.

En una tersa comparecencia ante las comisiones de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados, el funcionario refirió que en la década reciente, por el crecimiento de la responsabilidad educativa y cultural, 30 países decidieron integrar una secretaría específica.

Hemos llegado tarde, pero hoy, que es claramente una prioridad, damos este paso, dijo.

A preguntas de legisladores de distintos partidos sobre el impacto en el gasto de constituir una secretaría de cultura y el efecto en los derechos laborales, explicó que la iniciativa presidencial –en revisión en la Comisión de Cultura– no genera más burocracia y los trabajadores de los distintos órganos de cultura no tienen absolutamente nada de qué preocuparse.

Explicó que si el Legislativo aprueba la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública, esto no quiere decir que se divorcia a la educación de la cultura; al fortalecerla, se permite que continúe este binomio concebido por (José) Vasconcelos, pero de manera más fuerte, vigorosa y con la fuerza política que tendrá la cultura, al tener por sí misma una secretaría.

Asimismo, confirmó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) presentará en breve un programa de fortalecimiento de las escuelas normales del país.

Mientras la diputada Cecilia Romero Castillo (PAN) sostuvo que el esquema de normales rurales ya no es la respuesta para la formación de profesores, la diputada Cristina Gaytán (PRD) preguntó al funcionario si en aquel programa se incluyen esas escuelas.

Nuño Mayer, quien durante casi tres horas escuchó de pie los cuestionamientos de los legisladores, respondió: cuando hablo del programa, eso incluye a las normales rurales, que son las más rezagadas y las que mayor apoyo requieren. Sí, están contempladas.

También, a distintas observaciones respecto de que para 2016 el gobierno de Enrique Peña Nieto planteó un recorte general en educación, ciencia y tecnología y cultura, señaló que el gasto previsto es de 709 mil millones de pesos, equivalente a 4.8 por ciento del PIB, con un incremento que es modesto, pero es de 27 mil millones.

La diputada Laura Esquivel (Morena) cuestionó que el empeño del gobierno de Peña Nieto se enfoca hacia una privatización cada vez mayor de la educación. Sostuvo que una de las consecuencias del desprecio al mejoramiento de la educación es el desmoronamiento de la democracia, que se encuentra tergiversada, hecha a modo, casi extinta y que es necesario reconstruir.

Su compañera de bancada reprochó a Nuño la crítica a las escuelas de educación superior que ese partido abrirá, financiadas con la mitad del sueldo de los diputados. Cómo ha podido afirmar que las universidades de Morena no son una iniciativa seria. Muy pronto se darán a conocer la infraestructura, currículo y carreras a impartir.