Las empresas encuestadores se sienten cada vez más amenazadas, porque son crecientes los incidentes de secuestros y extorsiones a su personal, que tuvieron su expresión más trágica en el linchamiento de dos encuestadores en Ajalpan, Puebla.

Heriberto López Romo, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación e Inteligencia de Mercado (AMAI), reconoció en entrevista que quizá tengan algunas fallas y tratarán de elaborar protocolos de seguridad comunes para sus asociados, pero hay temas que los rebasan y que sólo el Estado puede resolver.

Comentó que los hermanos Rey David y José Abraham Copado Molina –asesinados el lunes por pobladores de Ajalpan, porque supuestamente fueron confundidos con secuestradores– tenían 10 años laborando en la empresa Marketing Research & Services.

La noche del martes, tras conocerse ese crimen la AMAI y el Colegio de Especialistas en Demoscopia y Encuestas firmaron un comunicado conjunto en el que solicitaron al gobierno federal la instalación de una mesa de trabajo para abordar la situación en Puebla y en el país.

Hasta ayer ninguna autoridad les había dado respuesta, por lo cual busca hablar con algún funcionario de la Secretaría de Gobernación y con el mandatario de Puebla, Rafael Moreno Valle, para solicitar que se haga justicia y para dar a conocer el panorama de inseguridad que enfrentan.

Hemos tenido sucesos provocados por el clima de violencia e inseguridad que se vive en el país, como secuestros en Michoacán, Tamaulipas y Chihuahua, explicó.

Refirió que encuestadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía fueron secuestrados en Chihuahua cuando hacían un conteo poblacional a principios de año, y en el estado de México otros empleados han sido víctimas de extorsión por la policía, porque en algunos municipios, como Coacalco, se emitió un bando que exige tener permiso para realizar cualquier actividad en la calle.

El propósito de instalar una mesa de trabajo con el gobierno federal es empezar a tener conocimiento de las zonas de riesgo, que nos ayude a planear las visitas a ciertos lugares, además de generar protocolos de seguridad y de comunicación entre nuestros equipos y alguna central.

Cada empresa tiene sus protocolos de seguridad, que consisten, por ejemplo, en que los encuestadores puedan mantenerse en contacto con sus supervisores o tener números telefónicos de la Policía Federal para reportar algún incidente. Pero eso no está normado por la AMAI y lo queremos desarrollar, reconoció.

Expresó que en la industria hay enorme preocupación y cada vez vemos que las personas temen más al dar información y nuestros equipos sienten temor de ir a cualquier lugar.

Indicó que los 50 agremiados aplican más de 10 millones de encuestas al año y representan 80 por ciento de la actividad, aunque existen otras empresas que no forman parte de AMAI.