Niega Food and Water Watch que esa actividad sea limpia
Aconsejan expertos a México abandonar la fractura hidráulica
Miércoles 21 de octubre de 2015, p. 18
El fracking o fractura hidráulica del subsuelo para la extracción de gas de lutita o shale, autorizado en México con la reforma energética, ocasionó sólo entre 2012 y 2013 unos 13 mil derrames y otros accidentes en Estados Unidos. Con esa práctica se contaminan el agua y el aire, y se afecta la salud de la población, indica un reporte reciente de Food and Water Watch.
La organización, con sede en Estados Unidos, comenzó a estudiar en 2009 los impactos de esa actividad. Señala que permitir el fracking, con la perforación de pozos para inyectar agua, arena y productos químicos a gran presión para extraer gas y petróleo de las rocas, ocasiona impactos que van de la afectación grave del medio ambiente a la competencia por el agua con los habitantes.
Esa actividad, indica, produce grandes volúmenes de residuos tóxicos y radiactivos. Además, han ocurrido miles de accidentes, fugas y derrames cada año, los cuales amenazan la salud pública y ponen en riesgo ríos, arroyos, acuíferos y granjas.
La actividad permite que las compañías de petróleo y gas exploten energéticos atrapados en rocas poco permeables, explica el reporte, el cual enumera datos sobre investigaciones que dan cuenta de la contaminación del agua por esa práctica. El documento fue traducido al español por la Alianza Mexicana contra el Fracking.
El texto señala, con base en datos oficiales, que sólo en 2012 ocurrieron alrededor de 6 mil derrames y otros accidentes de operaciones de la industria del gas y el petróleo en Estados Unidos.
Un análisis de 2013 documentó al menos 7 mil 662 derrames, explosiones, fugas y otros percances en 15 estados. La investigación subraya que esas cifras se refieren a accidentes identificados y reportados, pero añade que la cantidad real de incidentes puede ser mayor.
En cuanto al argumento de que la actividad es limpia y no incide en el cambio climático, el informe plantea que ese discurso es falso, ya que estudios académicos han determinado que durante la etapa de perforación de pozos las emisiones de metano, uno de los gases de efecto invernadero, alcanzan de 100 a mil veces la estimación de la Agencia de Protección Ambiental y que las emanaciones cotidianas son tres veces más altas que lo estimado oficialmente.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático afirma que, libra por libra, el metano atrapa 87 veces más calor que el bióxido de carbono durante dos décadas. La ciencia dice que para evitar que la temperatura global aumente 2 grados centígrados, se debe abandonar la dependencia de combustibles fósiles y dejarlos bajo tierra sin quemarlos.
Si el gobierno mexicano en verdad quiere ser líder en la batalla contra el cambio climático debe tomar en serio las investigaciones que demuestran que extraer hidrocarburos por fracking no nos acerca a una transición energética. Por el contrario, profundiza nuestra dependencia de combustibles fósiles, indicó la alianza.