Al conmemorar el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que de 1990 a 2014 el ingreso de los mexicanos no mejoró de forma significativa.

De acuerdo con los indicadores dados a conocer por el organismo público, 44.3 por ciento de la población estaba en la pobreza en 2008, mientras para 2014 alcanzó 46.2 por ciento, es decir, está casi al mismo nivel de 2010, cuando se reportó 46.1 por ciento.

Por lo que respecta a la población en situación de pobreza extrema, el Coneval señala que en 2008 había 10.6 por ciento, mientras el año pasado alcanzó 9.5 por ciento. En 2010 fue de 11.3 por ciento y, dos años después, se reportó 9.8 por ciento.

En casi 25 años, el organismo destaca que si bien se alcanzaron mejoras en el acceso a servicios de salud (por porcentaje de afiliación) y en las condiciones vivienda, el ingreso promedio per cápita en el país es prácticamente el mismo.

Incluso, agrega, ha tenido periodos de reducción en 1995, 2009 y 2014, por lo que el ingreso de las familias ha sido el elemento que más ha influido en que la pobreza no se reduzca en el largo plazo.

De 1990 a 2014, resalta el Coneval, la evolución de las dimensiones de la pobreza muestran contrastes. Hay avances en indicadores de servicios básicos, pero reitera que el ingreso de los mexicanos no ha mejorado de forma significativa en las décadas pasadas.

Agrega que en cuanto a la evolución del ingreso corriente total per cápita, de 1992 a 2014 es prácticamente el mismo, cuyo incremento más alto se alcanzó en 2006 para volver a caer en 2009.

Explica que hay reducción de la pobreza extrema, sobre todo a partir de 2010, como resultado de las transferencias gubernamentales y el aumento en la cobertura de servicios básicos, pero en contraste también se observó un incremento de la pobreza general desde 2008, producto de la caída del ingreso real en ese periodo.

El Coneval considera que una de las tareas pendientes es precisamente incrementar el ingreso real de las familias. Lo que incluye continuar con el abatimiento de las carencias sociales, mejorar la calidad de los servicios de educación y de salud, así como reducir las disparidades económica persistentes entre la población del país, las cuales no han permitido la reducción de la pobreza.

En lo que respecta a las carencias sociales, las tendencias dadas a conocer por el Coneval señalan que de 1990 a 2014 se avanzó más en la calidad y espacios básicos de la vivienda, así como en el acceso a los servicios de salud, pero no así en las carencias por rezago educativo, por acceso a la seguridad social, en servicios básicos en la vivienda, y deficiencias en acceso a la alimentación.