De piel multicolor, donde el vaivén de los intensos tonos verdes y rojos se produce a capricho de su luz interior, el reptil similar a un velocirraptor, construido con plásticos, cartón y otros materiales, pertenece a una generación diferente de alebrijes: es iluminado.

Las criaturas artesanales, que derrochan color y fantasía, han evolucionado a una nueva especie debido a las luces led que los recorren. Éstas sirvieron de fondo en el encuentro con algunos creadores de los mil 271 animales fantásticos que han participado en las ediciones anteriores del Desfile y Concurso de Alebrijes Monumentales que hoy celebrará su novena entrega. Sin embargo, este año las iluminadas creaciones no pasearán por las calles de la ciudad.

Organizado por el Museo de Arte Popular (MAP) desde 2007, el desfile –en cuya primera edición se presentaron 35 piezas y que para la de hoy se inscribieron 218– se ha convertido en una tradición en muy pocos años. Es una fiesta popular que no tiene tintes políticos ni patrocinios comerciales, dijo en entrevista el director del recinto, Walther Boelsterly Urrutia. Cada año se suman batucadas, payasos, grupos de mariachis, de baile, todo tipo de gente, pues está hecho por y para la ciudadanía.

Abierta la convocatoria para todo el público, a la que responden desde estudiantes hasta artistas plásticos y artesanos, su participación, explicó el funcionario, conlleva un trabajo de grupo, de barrio, de escuela, para buscar los materiales, ideas e incluso recursos para realizar cada pieza.

Originalidad que sorprende

Los alebrijes cobran vida con la técnica tradicional: estructura de alambre o carrizo, cubierta de cartón y papel pegado con engrudo y pintura. Sin embargo, un pequeño grupo de estos seres híbridos transformó su complexión y no sólo son más luminosos, sino que se han vuelto más ligeros. La nueva generación pesa 20 o 15 kilos, lo impresionante es que se han articulado. Han sido una verdadera sorpresa para nosotros, expresaron autoridades del museo, durante el encuentro de los creadores con medios de comunicación.

Se trata de 16 seres elaborados con la nueva técnica de iluminado, diseñada a partir de otras aprendidas por artesanos mexicanos en la ciudad de Lyon, Francia, adonde fueron invitados para impartir un taller sobre creación de alebrijes. Algunos de estos ejemplares, que no serán partícipes del desfile de este fin de semana, ya se han exhibido en las instalaciones del MAP y en diversos puntos de la ciudad desde el año pasado.

Además, los creadores mexicanos contribuyen con sus ideas mientras dan forma a sus monstruos luminosos, como Benjamín Huerta, conocido como Cuervo en el Faro de Oriente, cuya pieza iluminada, Lucila Mantis, se exhibió en Londres y actualmente está en París.

Con armazón de cuerda de piano –alambre–, la nueva ‘especie’ de estos peculiares animales toma forma con materiales como tela, guata, papel, resistol, los leds adentro y pintura fluorescente, que nos hizo una pieza muy pesada. Contribuí con el plástico, una medida desesperada, porque ya casi todos iban a terminar y me faltaba bastante. No soy muy bueno cosiendo y decidí comprar acetato, el cual pegó con cinta adhesiva y funcionó bastante bien, de hecho, deja pasar mejor la luz y disminuyó el peso de la artesanía.

“Este año, contribuimos con la técnica del termoformado –agregó Huerta–, que ya es viejísima y consiste en calentar el plástico y, sobre la figura ya diseñada, bajarlo hasta llegar a la forma”. Así hicieron ojos, brazos y otras figuras, para evitar tanto alambre, porque le da sombras al alebrije debido a los leds, los cuales, al encenderse, no incrementan la temperatura; mientras el plástico con el que trabaja, denominado PET-G, es resistente, no es tóxico y es reciclado de PET, por lo que contribuye a la ecología.

Huerta, de 29 años, quien se desempeña en la producción de vestuarios y escenarios, participa en el desfile de las piezas monumentales desde hace siete años y compartió: “Todas las piezas que he hecho tienen sentido en un momento de mi vida. Es como sacar un ‘demonio’ y pintarlo bonito, y demostrar que lo negativo puede convertirse en algo positivo”. Sus trabajos, ya sea acompañando a su mentor o en solitario –algunos de los cuales contaron con el patrocinio del Fondo de Cultura Económica–, han sido reconocidos, unos con el primer lugar del concurso, otros con menciones honoríficas y de creatividad.

El recorrido de los ‘monstruos híbridos’ y alados de mil colores por las calles de la ciudad de México, que ha atraído a más de 18 millones de espectadores en sus ocho ediciones, es una manifestación, donde la gente está ávida de reconocer e identificarse con uno de estos símbolos mexicanos, que también son apreciados en el resto de la República y en el extranjero, pues han recibido invitaciones de Bélgica, Inglaterra, Francia, Colombia y Estados Unidos. “Nos piden muchísimo el alebrije para ‘desfilarlo’ o presentarlo en plazas”, dijo Boelsterly Urrutia.

Así, este sábado las coloridas y monumentales figuras de seres de fantasía retomarán su ruta original de paseo, la cual partirá del Zócalo, seguirá por la calle 5 de Mayo, atravesará Eje Central, tomará avenida Juárez y continuará por los carriles centrales de Paseo de la Reforma hasta la Glorieta del Ángel de la Independencia.

Las piezas permanecerán en exhibición en las aceras comprendidas entre la columna de la Independencia y la glorieta de la Diana Cazadora hasta el primero de noviembre.