Construido en la Facultad de Química, lleva el nombre del Nobel Mario Molina
Es un reconocimiento importante porque la universidad es mi casa y por la relevancia de sus actividades, afirma el científico mexicano
Cuenta con equipo de la más avanzada tecnología
Viernes 16 de octubre de 2015, p. 2
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puso en funcionamiento el edificio Mario Molina, de la Facultad de Química (FQ), el cual tiene el propósito de vincular a esta dependencia universitaria con la academia y el sector industrial del país, a fin de dar atención a los grandes problemas nacionales.
Ayer se inauguró esta sede en el campus de Ciudad Universitaria, la cual ocupa un terreno de mil 900 metros cuadrados, con una superficie total de construcción de casi cuatro mil metros cuadrados. La edificación tuvo un costo de 92 millones de pesos y se invirtieron más de 200 millones de pesos en equipo.
Al realizar un recorrido por las instalaciones, Jorge Vázquez, director de la FQ, explicó que se trata del primer edificio en la casa de estudios dedicado por completo a la vinculación.
Cuenta con equipo de alta especialización para ofrecer servicios a personas y entidades ligadas a este campo del conocimiento, a empresas públicas y privadas, así como desarrollos tecnológicos, asesorías y educación continua, esta última mediante cursos y diplomados de alta calidad.
El edificio lleva el nombre del premio Nobel de Química 1995 con el propósito de rendir homenaje al científico mexicano, quien realizó sus estudios de licenciatura en la UNAM.
Para mí es un reconocimiento importante, porque la UNAM es mi casa y por la relevancia de las actividades que albergará el edificio, en colaboración con la academia y el sector productivo
, afirmó Mario Molina.
Gracias a la colaboración con la UNAM, agregó, el Centro Mario Molina tendrá oportunidades para expandir sus actividades académicas y trabajar más de cerca con quienes toman decisiones en la formulación de políticas públicas.
México requiere impulsar la investigación básica, el desarrollo de patentes y contar con empresas de base tecnológica. Para lograrlo, es necesario formar recursos humanos especializados. Es parte de lo que planeamos realizar en estas instalaciones, en colaboración con nuestros colegas de la UNAM y la comunidad científica internacional
, afirmó.
El director de la entidad académica detalló que la construcción de este espacio formó parte de uno de los cinco grandes proyectos de la Campaña Financiera 100 x los cien, organizada por la FQ y su patronato, en el marco de la celebración de su centenario.
Vázquez explicó que el edificio aloja, entre otras secciones, la Unidad de Servicios de Apoyo a la Investigación y la Industria. Cuenta con avanzados equipos de alta resolución analítica, con lo que se podrá ofrecer las siguientes técnicas: espectroscopia atómica (absorción atómica, ICP-MS y MP-AES), difracción de rayos X de monocristal, análisis elemental, análisis térmico y microscopia electrónica (transmisión y barrido), entre otras.
Tiene laboratorios de bioquímica y biología molecular, con el equipo necesario para desarrollar metodologías de biología molecular y proteómica.
Mucho del equipo con el que se cuenta fue donado a la UNAM, ofrecido en comodato o vendido a precios más bajos que los del mercado. Lo anterior, dijo el funcionario, porque la UNAM tiene credibilidad suficiente
para que las compañías que traen esos productos al país brinden su apoyo.