La Cámara de Diputados acordó constituir un comité que redacte un código de ética, y la secretaria general del PRI, Carolina Monroy del Mazo, propuso que una de las primeras medidas sea eliminar la venta de alcohol en el restaurante concesionado a La Mansión, porque los legisladores deben actuar responsablemente, dueños absolutos de su capacidad racional y emocional.

Desde la tribuna, la ex alcaldesa de Metepec y prima del presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que para la administración de la Cámara, que recae en la secretaría general, no puede ser tan difícil terminar con el expendio de bebidas alcohólicas dentro del órgano legislativo.

En el trabajo legislativo han ocurrido episodios en que diputados de distintas bancadas denunciaron el consumo de alcohol en las curules, en los cubículos de los grupos parlamentarios e incluso el PAN tenía montado un bar con bebidas sin costo para sus integrantes.

La propuesta de la priísta causó tal revuelo que de la versión original de la Gaceta Parlamentaria en la página de Internet de la Cámara los cuatro párrafos donde se cuestiona el consumo de bebidas embriagantes en el recinto parlamentario fueron rasurados, aun cuando también existe el documento impreso.

Monroy del Mazo dijo, sin embargo, que la versión se acortó para que el texto se ajustara a los cinco minutos para presentar la propuesta.

Uno de los párrafos suprimidos de la Gaceta, señala: No debemos permitir que factores actúen en detrimento de nuestra conducta y, por tanto, de nuestro quehacer. ¿Por qué si la presencia de alcohol no está permitida en otros establecimientos gubernamentales ni en muchos otros lugares comunes de trabajo, sí lo permitimos aquí, justo en el punto neurálgico del quehacer político?

El vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, explicó que es responsabilidad de la secretaría general y del comité de administración decidir si las concesiones del restaurante y las dos cafeterías incluyen o no la venta de alcohol.

“Es un hecho que sí se vende trago en el restaurante. En otros centros de trabajo, no”, dijo.

Son abundantes las historias de consumo de alcohol en la Cámara.

Por ejemplo, el 13 de septiembre de 2007 los panistas, encabezados por Héctor Larios Córdova y Juan José Rodríguez Prats, habilitaron el restaurante de la Cámara como bar para festejar la aprobación de los gasolinazos mensuales y bebieron hasta la madrugada del día siguiente. La cuenta fue de casi 18 mil pesos.

Los sucesivos concesionarios han instalado en Los Cristales una cava surtida de vinos, rones y whiskys.

Después de aquella experiencia el PAN instaló un bar VIP junto a las oficinas de Larios para que los diputados de Acción Nacional pudieran tomar bebidas alcohólicas sin costo.

El 25 de octubre de 2011, cuando se aprobó la reforma constitucional en materia política, el pleno suspendió trabajos cuando Enoé Uranga (PRD) y Porfirio Muñoz Ledo (PT) pidieron investigar el ambiente etílico que se respira en el salón.

El panista Óscar Saúl Castillo sostuvo que las bebidas corrían en la bancada de Peña Nieto. El líder cafetalero priísta Julián Nazar, diputado en la actual legislatura, respondió: si le hiciéramos un examen de sangre a Porfirio, 90 por ciento sería alcohol y 10 por ciento botana. En ese revuelo, los priístas acusaron al actual delegado en Xochimilco, Avelino Méndez Rangel, de ser uno de los diputados alcoholizados.

Minutos después, el ex perredista se presentó en la sala de prensa para afirmar: Aquí estoy, y no estoy borracho. Y no porque me apure lo que piensen los diputados o ustedes, ¡sino mi mujer!