Chicago.

Luego de 12 años, Cachorros de Chicago ganó la serie de campeonato de la Liga Nacional al vencer a los Cardenales de San Luis en el cuarto partido de postemporada, con pizarra 6-4.

Los Cachorros vencieron en el Wrigley Field, algo que jamás habían conseguido en su historia, con jonrones de Kyle Schwarber, Anthony Rizzo y Javier Báez.

Chicago ganó en cuatro juegos. Un día después de imponer un récord de playoffs, con seis cuadrangulares, los Cachorros aseguraron el boleto a la serie de campeonato con más bateo poderoso, ante una multitud delirante.

El equipo dirigido por el mánager Joe Maddon, que avanzó a la postemporada con el boleto de comodín, se medirá con el ganador de la serie entre Dodgers de Los Ángels y Mets de Nueva York, que hasta el cierre de esta edición tenían ventaja de 2-1 y disputaban el cuarto duelo.

Ambos conjuntos salieron con la decisión de definir sus ambiciones. Los Cardenales con la intención de igualar la serie. Cachorros sólo buscaba dar el zarpazo final para acceder después de más de una década a una serie de campeonato en la Liga Nacional.

El primer golpe lo dieron los patirrojos con un jonrón de dos carreras de Stephen Piscotty en la parte alta del primer episodio.

Javier Báez respondió en la parte baja de la segunda entrada con un cuadrangular de tres carreras, luego de una carrera remolcada por Jason Hammel, con marcador 4-2 en favor de los Cubs.

Parecía resuelto, pero los patirrojos empataron en la sexta entrada por imparables que remolcaron Tony Cruz y Brandon Moss. Rizzo y Schwarber sumaron jonronazos para el sexto y el séptimo, y todo quedó listo para que Chicago empiece a soñar en grande.

En el partido, Miguel Montero tuvo una tarde espectacular en la que colaboró al triunfo de los Cachorros, que con este resultado acarician el deseo de ganar la Serie Mundial después de 1908 y poner fin a 107 años de vacío.

La última vez que Chicago llegó a la serie de campeonato fue en 2003, cuando cayó en siete juegos ante los Marlins. Perdió esos dos últimos encuentros en casa, incluido uno muy recordado por la intervención de un espectador que frustró un out crucial por parte de Moisés Alou, de los Cachorros.

Chicago debutó en el Wrigley Field en 1916, ocho años después de que los Cachorros ganaron por última vez la Serie Mundial.