ifícil sería para una banda clásica y pionera (entre otros artistas) del synth-pop inglés sonar fresca tras 35 años de existencia. Pero para New Order, cuyos integrantes inventaron un estilo inconfundible, el cual pueden emular sin sonar a plagio, aunque sin dejar de explorar nuevos caminos, esto no es un problema. Tras 10 años de no editar disco nuevo (tomando en cuenta además que Get Ready de 2001 y Waiting for the sirens’ call de 2005 fueron poco decorosos), este combo de Manchester publica su noveno álbum, Music complete, producción que no es simplemente correcta, sino sobresaliente.

Mientras en trabajos previos el beat digital había menguado para dar paso a melodías melancólicas de guitarra acústica, en 2015 la banda planea alto y ejecuta un exquisito disco directamente bailable de inicio a fin.

A sabiendas de que su legendario bajista Peter Hook (al lado de Bernie Sumner y Stephen Morris desde Joy Division, conjunto previo que, como es sabido, se transformó en New Order en 1980 tras el suicidio de su líder, Ian Curtis) no estaría con ellos en esta grabación (emigró por diferencias varias desde 2007, para dedicarse a armar conciertos homenaje/recreación a temas de JD y NO), eligieron componer temas que no necesitaran del fuerte bajeo de Hooky (como se le conoce) para sonar bien, una vez aquél sustituido por Tom Chapman (quien celosamente es llamado por el original, como un músico de sesión venido a más); con todo, es ocioso aunque no sobrante imaginar lo bien que habría sonado su creatividad instrumental en esta producción. Por otro lado, regresa a los teclados la esposa de Morris, Gillian Gilbert, quien estuvo en la banda desde su formación hasta 2001 (regresó en 2011, fecha desde la cual el grupo no ha dejado de hacer giras), lista para darle ese toque fundamental, capaz de generar atmósferas cósmicas.

Con una portada que en versión triangular (diseño del afamado artista Peter Saville) emula a Piet Mondrian; con toda la energía depositada en la bailada, en alta ascendencia techno de antaño (hacen guiños a su disco Technique, 1989, y al acid-house de antaño), intervienen varios personajes: el Chemical Brother Tom Rowland produce Singularity y Unlearn this hatred, e inevitablemente pegan con tubo. Richard X produce Plastic, y su talante new wave agita piernas y cabezas. Buenos momentos electro-disco con Tutti Frutti (en la voz de Elly Jackson, alias La Roux) y People on the high line. Oscuro y en modo poeta urbano y sucio, Iggy Pop rumia entre los beats industriales de Stray Dog. Clásica pero gozosa resulta Restless.

En esencia, New Order regresa, no tanto para reordenar la electrónica mundial ni para innovar del todo, sino para poner el orden que se debían a sí mismos. Music complete en efecto los completa: dignifica su leyenda y los refrenda como un concepto aún lleno de vida y luminosidad color pista de baile.

Blur en México

Las palabras para definir a la histórica banda Blur (1989, Londres) sobran, pero también faltan. Los años han dado fe de que sus canciones se volvieron atemporales y de que su carisma aumentó por encima de sus contemporáneos. Reyes del britpop de los años 90, este grupo regresa a México con un camino de resurrección que los hizo volver a hacer giras con la alineación completa a partir de 2009 (el guitarrista Graham Coxon salió en 2002 antes de que el grupo anunciara su primer fin en 2003), y que mantuvo la voz, orquestación y producciones de Damon Albarn en las bocinas de la memoria de forma permanente (el proyecto Gorillaz, entre otros, ayudó en mucho). Con la actitud original, alegre/melancólica, de hacer rock-pop a su manera, Blur tiene ganado el corazón, tanto del chavo-ruco como del veinteañero, y lo demostrará con todos sus clásicos, así como con canciones de su reciente álbum The Magic Whip (2015). Blur actuará el jueves 15 en el Palacio de los Deportes y el sábado 17 en Coordenada, en Guadalajara. Un placer volver a compartir con ellos los cánticos, las manos agitadas, la lágrima.

Disco Ruido, Ska Fest y Guadalupe Plata

Viernes 9. El electropop capitalino de Disco Ruido en animosa presentación de su álbum Radio Futura. Sala (Puebla e Insurgentes, Roma). 20 horas, $280 a $420.

Sábado 10. 1. Ska Fest 2015. Un género arraigado en México con fusiones afroantillanas y sabor urbano: Maldita Vecindad, Inspector, Tijuana No!, Los Victorios, Los de Abajo, Royal Club; de Venezuela: Desorden Público. Pepsi Center (Dakota s/n, Nápoles). 14 horas, $315 a $606. 2. Hercvles & Love Affair. El dance elegante de esta agrupación neoyorquina ayudará a lustrar el suelo, en acto en vivo para exigentes. Reforma 109, 21 horas, $400 a $600 (boletia.com). 3. Guadalupe Plata. Imperdible esta banda andaluza con su blues-rock-shoegaze sucio y carcomido. Nuevo Hilvana (Puente de Alvarado 17, Buenavista). 21 horas, $80 (más conciertos).

Twitter: patipenaloza