En épocas de crisis, como las económicas, los padecimientos mentales tienden a incrementarse; por ello los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan reforzar las políticas sanitarias en la materia, sobre todo en lo relativo a prevención y atención, y no reducir los presupuestos, señalaron a La Jornada integrantes de la Federación Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos de México (Fenapsime).

En entrevista, Blanca Martínez Núñez, presidenta de la Fenapsime; José de Jesús Gutiérrez Rodríguez, presidente de la Federación Jalisciense de Colegios, Academias y Asociaciones de Profesionistas, y Emilio Nava, destacaron la necesidad de que en el presupuesto para 2016 no se disminuyan los recursos para salud mental, pese al recorte realizado por el gobierno federal al gasto para el próximo año.

Indicaron que actualmente se destina alrededor de 2 por ciento del gasto en salud al bienestar mental. La OMS sugiere canalizar 10 por ciento y el exhorto es para que al menos se homologue el gasto nacional en salud mental al que se ejerce en la ciudad de México, que es de 5 por ciento, según señala la Ley de Salud Mental del Distrito Federal.

Comentaron que ahora que en el Congreso se discute el proyecto de presupuesto de egreso de la Federación, se etiquete un incremento significativo al gasto en salud mental. Nuestro sistema de salud está centrado en la perspectiva biológica médica y se dejan de lado las cuestiones sicosociales; necesitamos fortalecer esta atención para que no tengamos tantos suicidios, trastornos de ansiedad, depresión; tantos problemas de violencia en la familia y tanta criminalidad.

En julio pasado, Shekhar Saxena, director del departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias en la OMS, aseveró que en tiempos difíciles suelen incrementarse los cuadros depresivos y los suicidios, por lo que los países deben invertir más en atención a la salud mental, en particular durante crisis económicas.

Gutiérrez Rodríguez recordó que también en 2008, cuando se desató un trance económico global, la OMS llamó a los gobiernos del mundo a invertir al menos 10 por ciento del gasto en salud a salud mental.

Agregó que con los problemas económicos, que se traducen en precariedad o pérdida del empleo y disminución de las expectativas de desarrollo, muchas personas sufren depresión, uno de los ingredientes determinantes, pero no el único, que lleva al suicidio. El experto aseveró que en el país en los años recientes años este fenómeno ha aumentado 40 por ciento, por lo que en 2013 hubo casi 6 mil suicidios.

Tras señalar que ante la posibilidad de que 2016 sea un año difícil en cuanto a la economía nacional y mundial, refirieron que deben fortalecerse los programas de salud mental y poner énfasis en la prevención y promoción en este aspecto.

Acotaron que estos problemas también desatan diversos trastornos de ansiedad. En grandes urbes los trastornos de ansiedad están haciendo presa a sus habitantes, y no hay infraestructura que permita atender adecuadamente estos problemas.

También expusieron la necesidad de aprobar una ley general de salud mental, porque actualmente sólo dos entidades tienen leyes en la materia: desde 2011, el Distrito Federal, y desde 2013, Jalisco.