Monterrey, NL.

El principal problema de Nuevo León es financiero, porque el gobierno entrante debe casi 100 mil millones de pesos, consideró Jaime Rodríguez Calderón, primer gobernador que fue candidato independiente, quien pidió a funcionarios y ciudadanos apretarse el cinturón y a los partidos políticos regresarle al pueblo el dinero público que reciben.

Después de una cabalgata de casi dos horas al lado de unos 800 jinetes, Rodríguez Calderón arribó a la Arena Monterrey, donde lo esperaban unas 8 mil personas junto con gobernadores, senadores, diputados, alcaldes y su equipo de trabajo.

En su mensaje, que duró casi una hora, y en conferencia de prensa posterior, reiteró lo que dijo en su toma de protesta, en las últimas horas del sábado: Encontramos una corrupción sin llenadera, pero ya se le acabó la fiesta a los bandidos.

Entre gritos de apoyo y porras, El Bronco llamó a alcaldes y diputados a hacer las paces y trabajar juntos por el estado. No me dejen solo, porque no soy Supermán ni Santaclós. A los presidentes municipales les dijo: En mí tendrán un amigo para los buenos proyectos, pero estaremos vigilando los recursos y todos tendremos que cortarnos las uñas.

A legisladores locales y federales les sugirió regresar al pueblo los recursos públicos, y pidió a los presentes brindarles un aplauso de pie para que se comprometan con el desarrollo de la entidad “y demostrar que en Nuevo León sabemos estar unidos.

Les pido a todos que me tengan confianza y paguen la tenencia vehicular y los impuestos, porque si quitamos ahorita la tenencia (una de sus promesas de campaña), el gobierno pierde unos 3 mil millones de pesos, y necesitamos apoyar a los 140 mil pobres que tenemos en el estado. Vamos a construir el puente más grande de México y del mundo, el puente que une a pobres y ricos, porque no es posible que tengamos a Noruega en San Pedro (Garza García, el municipio más rico de Nuevo León y el segundo más rico de México) y a Sudáfrica en San Bernabé (barrio marginal de Monterrey) a sólo ocho kilómetros, dijo.

El Bronco pidió que lo sigan llamando por su mote o Jaime, pero no gobernador. Sentenció: Se van a ir al infierno todos los que hicieron cosas malas en el gobierno, y adelantó que no acudirá a la Federación a pedir limosna, sino lo que Nuevo León necesita y merece, pero eso sí: tenemos que abrocharnos el cinturón todos y cortarnos las uñas.

Aseguró que no dará un solo peso a la televisión (en referencia a los canales locales de las empresas Televisa y Multimedios) porque no habrá gastos para la egolatría de un gobernante. Además, qué gachos, no transmitieron mi toma de protesta.

La Arena Monterrey estuvo a 75 por ciento de su capacidad. Entre los asistentes estuvieron Hipólito Mora, jefe de autodefensas de Michoacán; el sacerdote defensor de migrantes Alejandro Solalinde; los gobernadores de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú; Chiapas, Manuel Velasco Coello; estado de México, Eruviel Ávila Villegas; Querétaro, Francisco Domínguez Servién; Colima, Mario Anguiano Moreno; San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López; Campeche, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, y Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda.