i Fabián Barba hubiese dejado de afeitarse cuando tomó la alternativa –comenta el crítico español Ramón Márquez a propósito de la confirmación del aguascalentense en la Plaza de Las Ventas el pasado domingo– la barba le llegaría hoy a la cintura, pues hace ya 12 años que se doctoró como matador de toros en su patria chica. Hoy se presentaba en Las Ventas y confirmaba, que nunca es tarde si la dicha es buena. Acaso lo que se espera de un hombre que lleva más de dos lustros ejerciendo el oficio es, precisamente, que al menos demuestre su oficio. Al contrario, Fabián puso sobre la apelmazada arena de Madrid unos modos desconfiados y ventajistas, una tauromaquia de los rodeos, de las afueras, de no quiero verte ni que te arrimes a mí, que está en el polo diametralmente opuesto de lo que uno como espectador va buscando por esas Plazas de Dios. Mostró unos modos con el capote más airosos que eficaces y a la bolita de sebo llamada Madrilero, número 19, una especie de rata gorda y encogida de trote cochinero, la toreó a base de lejanías y de desconfianza, como si fuese el Leviatán. Se quedó en la cara del bicho al entrar a matar, quieto parado, y se llevó un buen trastazo que el bicho le propinó sin maldad ni ganas de herir. En su segundo, que era el más grande de la redada que mandaron los señores Fraile desde Tabera de Abajo, presentó idénticas trazas, no dejando en la parroquia el más leve recuerdo que deba ser pasado al folio. Mató echándose fuera de manera descarada, tirando la muleta al aire y atravesando al bicho, como no podía ser de otra manera. Al menos el toro no le atropelló.”

Al margen de la opinión de Márquez transcribo su comentario para que hispanópatas, mexhincados, criollada aplaudidora y demás positivos acomplejados que llevan la fiesta en paz, que sólo asisten a carteles de famosos y se deslumbran con lo que le hacen a novillones –toreo efectista y a distancia–, se den una idea de cómo trata la crítica española independiente, no la del taurineo, a un torero con apenas cuatro corridas toreadas este año en México. Así que a los ventajistas que vienen a dar coba con encierros escogidos de escasa bravura luego de torear 40, 50 o 60 tardes por temporada, se les debe exigir por su sobrado oficio y discreto pundonor, no como voceros del evangelio tauromáquico.

El Cecetla o Centro de Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje, antes Plaza México, anunció la que será su vigesimosegunda temporada como grande y 70 aniversario del degradado coso, congruente con su mentalidad de siempre: toritos de la ilusión para los que figuran, varias corridas parchadas, manos a mano de la manga, algún encierro serio y contados carteles redondos. Ya hablaremos de los mexicanos ausentes. Juzgue el lector:

25 de octubre: tres de Xajay y tres de Julián Hamdan para Zotoluco, Manzanares y Joselito Adame. 1º de noviembre: toros de Lebrija para el rejoneador Horacio Casas, El Conde, El Zapata y El Fandi. 8 de noviembre: reses de Fernando de la Mora para El Juli y El Payo. 15 de noviembre: de Fernando de la Mora y Bernaldo de Quirós para el rejoneador Alejandro Zendejas, Enrique Ponce, Fermín Rivera y Armillita IV. Viernes 20 de noviembre: toros de Marco Garfias para Juan José Padilla, José Mauricio y Juan Pablo Sánchez. 22 de noviembre: toros de Jaral de Peñas para Alejandro Talavante, Arturo Saldívar y Diego Silveti. 29 de noviembre: toros de Barralva para Federico Pizarro, Manzanares y El Payo.

6 de diciembre: de Xajay para el rejoneador Jorge Hernández III, Zotoluco, Sebastián Castella y Diego Silveti. 13 de diciembre: toros de Villa Carmela para el rejoneador Rodrigo Santos, Fermín Rivera, Daniel Luque y Sergio Flores. 20 de diciembre: toros de La Punta para Fabián Barba, Manuel Escribano y Víctor Mora. 27 de diciembre: toros de De Haro para Víctor Puerto, José Luis Angelino y Pepe López. 3 de enero: toros de Arroyo Zarco para Ignacio Garibay, El Capea y Mario Aguilar. 10 de enero: de Campo Real para Arturo Macías, Talavante y Juan Pablo Sánchez. 17 de enero: de Teófilo Gómez para Morante de la Puebla, El Payo y Armillita IV.

24 de enero: de Montecristo para Zotoluco, El Juli y Joselito Adame. 31 de enero: de Fernando de la Mora y Los Encinos para José Tomás y Joselito Adame, mano a mano. 5 de febrero: astados por definir para Sebastián Castella, Arturo Saldívar y un tercer espada. 7 de febrero: de Marrón para Paquirri, Silveti, Armillita IV y Juan Pablo Llaguno. 14 de febrero: toros de Barralva (encaste español Atanasio Fernández) para Arturo Macías, Sergio Flores y el peruano Andrés Roca Rey, que confirma su alternativa. 21 de febrero: ganado por definir para Hermoso de Mendoza, Ponce y otro. No pos sí, pásenle de nuevo a lo barrido y perdonen el tiradero.

A los cecetlos no les interesó traer, porque se arriman y exhiben a los que figuran, a Urdiales, López Simón, Rafael Rubio Rafaelillo, Jiménez Fortes, Iván Fandiño –que no brindó al monarca gorrón– y al colombiano Sebastián Ritter.