Moscú.

Rusia aseguró este sábado haber destruido objetivos estratégicos como puestos de mando y comando del Estado Islámico (EI), al continuar sus bombardeos contra el grupo yihadista en Siria. El general Andrei Kartapolov, del Estado Mayor del ejército, informó que se han efectuado 60 misiones desde el 30 de septiembre, en las que además se han atacado depósitos de municiones y fábricas de producción de armas.

Las aeronaves rusas realizaron 20 misiones en Siria en las últimas 24 horas y acertaron en nueve objetivos del EI. Entre otros, se destruyó un almacén de armas y un puesto de mando del EI en la zona de Raqqa, la capital de facto del califato proclamado por los extremistas.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, en los pasados cuatro días los ataques aéreos rusos causaron la muerte a 39 civiles, de ellos ocho niños. Además, perdieron la vida 14 extremistas y rebeldes: 12 yihadistas de EI y dos combatientes del frente de Al Nusra, cercano a Al Qaeda.

El primer ministro británico, David Cameron, acusó a las fuerzas rusas de no diferenciar entre el EI y los grupos opositores legítimos, acusaciones rechazadas por el premier ruso, Dmitri Medvediev.