A unas semanas de la renovación de la rectoría en la UNAM, participantes en el foro Retos y desafíos de la universidad pública, organizado por el Centro Universitario Cultural, aseveraron que la nueva autoridad de la casa de estudios debe fortalecer, ampliar y respetar su espíritu público, así como defender su autonomía.

Ambrosio Velasco Gómez, ex director de la Facultad de Filosofía y Letras, resaltó que sería el fin de la universidad pública si hubiera una orientación sometida a los proyectos estatales o de desarrollo económico definidos por el Estado.

Agregó que la UNAM tampoco puede plegarse a la empresa, la autonomía es justamente esa libertad que tendría la comunidad universitaria para diseñar sus propios planes de estudio, no a demanda del Estado, no a demanda y solicitud de la empresa, sino a partir de las propias propuestas que la comunidad haga de los problemas sociales de México, esto es parte esencial de la autonomía.

Comentó que escatimar presupuestos a las universidades públicas es una forma de hacer violencia desde el gobierno.

Rolando Cordera, profesor emérito de la Facultad de Economía, puntualizó que la autonomía es el eje de la relación de la UNAM con el Estado y subrayó que en este caso se puede ejercer la autonomía como derecho, y eso hay que defenderlo, mantenerlo y ampliarlo.

Miguel Concha, profesor de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, indicó que tenemos la libertad para expresar opiniones, incluso en este proceso, pero sin poner en riesgo la estabilidad de la universidad.