El escritor Francisco Hinojosa (DF, 1954) considera que el problema en la literatura infantil no es el tema, sino el tratamiento.

En la actualidad existen, expresa a La Jornada, manos muy profesionales en el país para hacer tratamientos de lo que antes se consideraban temas duros: la muerte, el divorcio, la diversidad sexual. Eso que antes era impensable como materia para escribir libros para niños, hoy es posible.

El autor de La peor señora del mundo, quien fue nombrado el año pasado embajador de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (Filij), afirma que en la escritura es fundamental un buen contenido, una buena historia con lenguaje sencillo y tratar con respeto a los niños. Han quedado atrás los cuentos de hadas, princesas, castillos, animales y duendes.

Los niños son los mejores lectores porque son más críticos; ellos no leen algo que no les interese a menos que los obliguen los padres o maestros. En cambio los adultos, con tal de tener de qué platicar con el vecino o estar a la moda, pueden zamparse cualquier cosa.

Embajador de la Filij

Representar durante un año a la literatura infantil y juvenil del país ha sido una experiencia placentera para Hinojosa. Su quehacer de embajador concluirá en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

El escritor señala que continuará por su cuenta promoviendo las letras y la ilustración que se producen en el país.

En opinión de Hinojosa las encuestas de lectura, cuando señalan que en México se lee poco, sólo toman en cuenta a los niños a partir de 12 años, pero en realidad los que más leen son los de entre seis y 12 años. Los que están leyendo más en el país y quizá en otras parte del mundo son los niños.

Señala que los mediadores de lectura, los cuentacuentos, profesores, padres de familia, voluntarios, incluso personas de la tercera edad, realizan una labor amplia de animación a la lectura. El escritor, quien presentará su más reciente novela para jóvenes, Con los ojos abiertos, en la próxima FIL de Guadalajara, participó la noche del miércoles en el acto La literatura infantil y juvenil en México: una casa para todos, en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica (FCE).

En conversación con ilustradores Hinojosa señaló que México llegó un poco tarde a la literatura infantil, en contraste con otros países de Iberoamérica, como Argentina, Brasil, Cuba o Colombia. Sin embargo, a partir de iniciativas de la Secretaría de Educación Pública y el FCE por crear una colección de libros para niños, se ha propiciado una nueva generación de autores e ilustradores que ya son de exportación.