Río de Janeiro.

Un tribunal de Brasil congeló 48 millones de dólares en bienes del astro Neymar, su familia y negocios relacionados por presunta evasión de impuestos.

La corte federal de Sao Paulo anunció ayer que el futbolista de 23 años, quien actualmente milita en el Barcelona, está acusado de haber evadido 63 millones de reales (casi 16 millones de dólares) entre 2011 y 2013, año en el que Neymar pasó del club brasileño Santos al equipo español.

El juez Carlos Muta informó que el brasileño solamente declaró bienes valorados en 19.6 millones de reales (poco menos de 5 millones de dólares), y que él es el responsable único de su declaración fiscal.

Sin embargo, Iagaro Jung Martins, un auditor para la agencia tributaria federal en Brasil, dijo que es improbable que Neymar vaya a prisión si liquida la deuda.

Él podrá discutir la congelación de sus bienes en una corte civil, pero la legislación en Brasil no es demasiado severa. Si paga lo que debe quedaría libre de cualquier forma de castigo, señaló.

El bloqueo de bienes demandado a la justicia por la hacienda federal había sido negado en primera instancia. Según Muta, Neymar tributó indebidamente parte de los ingresos de sus últimos años en el Santos, club que lo descubrió, así como en su polémico traspaso al Barcelona, que ya es objeto de varios procesos judiciales en España y Brasil.

Una de las operaciones bajo sospecha es el pago que realizó el Barça dos años antes del fichaje por concepto de derechos de preferencia, que según la fiscalía española fue de 10 millones de euros, sobre los que abonó menos impuestos de los que debería, según la hacienda brasileña.

Parte de los bienes de tres compañías del grupo Neymar en Brasil, valorados en 61.2 millones de dólares, también fueron retenidos, ya que, según una declaración de propiedades a final de 2013, el futbolista apenas era titular como persona física de 8.05 por ciento del patrimonio del grupo.

A su vez, los padres de Neymar aseguraron en un comunicado que ni su hijo ni ellos, como titulares de las empresas, cometieron algún delito fiscal ni tienen fondos en ningún paraíso fiscal, por lo que aguardan tranquilos a que se aclare el caso.