Madrid.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, hizo el ridículo este martes en una entrevista radiofónica en la que admitió desconocer la legislación española en materia de nacionalidades, y fue instruido por el periodista, lo que se hizo viral de inmediato en las redes sociales a cinco días de las elecciones en Cataluña en las que los independentistas parten como favoritos. Además, el jefe de gobierno español fue abucheado en un acto electoral en la localidad catalana de Reus.

En la entrevista en la radiodifusora Onda Cero, el conductor abordó con Rajoy el desafío soberanista de Cataluña, a lo que el mandatario sostuvo que los catalanes podrían perder su nacionalidad española y su condición de ciudadanos europeos.

El periodista le acotó que la nacionalidad española no la perderían. Ah, no lo sé. ¿Por qué no la perderían? ¿Y la europea tampoco?, preguntó Rajoy. El comunicador contestó al interrogatorio e hizo referencia a la legislación española.

La ley dice que el ciudadano de origen nacido en España no pierde la nacionalidad aunque resida en un país extranjero si manifiesta su voluntad de conservarla. Y la europea la tienen porque tienen la nacionalidad española, le explicó.

La cara de perplejidad del presidente del gobierno y, sobre todo, la evidencia del desconocimiento de una ley que podría ser crucial en los próximos meses ante los comicios catalanes, se difundieron con rapidez en todos los medios de comunicación.

Más tarde Rajoy se trasladó a Reus, en la provincia catalana de Tarragona, para participar en un acto electoral con el candidato del Partido Popular (PP) en la región, Xavier García Albiol -conocido por sus posturas extremas contra los migrantes-. Allí, decenas de personas gritaron consignas a favor de la independencia y le exigieron al mandatario su derecho a votar en un referéndum de autodeterminación.

Las reacciones a la entrevista de Rajoy no se hicieron esperar. Sabíamos de su desconocimiento de la realidad catalana pero hoy todo el mundo ha podido comprobar que también desconoce el contenido de la Constitución española en aquello que hace referencia a la nacionalidad, señaló la vicepresidenta de la Generalitat, Neus Munté.

El gobierno catalán lamentó a su vez la campaña de miedo instigada desde Madrid y respaldada por Bruselas, en la que se advierte que en caso de que se inicie el proceso de una declaración unilateral de independencia podría producirse una quiebra del sistema financiero y se expulsaría a los siete millones y medio de catalanes de la Unión Europea.

La Iglesia católica española también se sumó a la campaña contra la independencia de Cataluña. El arzobispo de Valencia y uno de los hombres más influyentes de la Conferencia Episcopal Española, Antonio Cañizares, anunció que convocará a una vigilia para rezar por España y su unidad, que se llevará a cabo durante un mes en todas las iglesias de la región.

El prelado advirtió en una carta que ante la premura de lo que nos concierne, ante la gravedad y lo decisivo de la situación que atravesamos no hay ninguna justificación moral para la secesión. No entramos en valoraciones políticas.

En las oraciones pidamos por el bien común de España con Cataluña, por la convivencia, correspondencia, solidaridad y colaboración justa entre todos los que formamos este noble y diversificado pueblo con un proyecto común y una empresa compartida desde siglos, añadió.