En el mundo, los métodos para asignación de rector van desde el nombramiento por el presidente de la República hasta el voto universal directo, secreto y ponderado de la comunidad o por conducto de cuerpos colegiados.

La Jornada revisó la normativa de algunas de las más importantes instituciones de educación superior.

El 24 de septiembre próximo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) iniciará el proceso para relevar a José Narro Robles, quien concluye su gestión el 16 de noviembre. Desde hace 70 años corresponde a la Junta de Gobierno (JG) –integrada por 15 académicos elegidos por el Consejo Universitario–, designar al rector. Primero hay un periodo de auscultación entre la comunidad, después se cita a quienes a juicio de la JG tienen los méritos para el cargo, quienes tienen que presentar un proyecto, y finalmente los 15 integrantes debaten a puerta cerrada el nombramiento.

La Universidad de Buenos Aires, Argentina, designa a su rector mediante una asamblea universitaria integrada por un consejo superior y los consejos directivos de cada facultad.

En la Universidad de Sao Paulo, Brasil, primero la asamblea universitaria (con gran representación de la comunidad) define una octeta, la cual es analizada por el consejo universitario (autoridades, alumnos, ex alumnos y docentes) y otros consejos centrales para definir una terna. A partir de ella, el gobernador del estado de Sao Paulo nombra al rector.

En la Universidad de Barcelona, con voto universal, libre, secreto y ponderado, el profesorado con doctorado y con vinculación permanente tiene 51 por ciento del total, otros docentes e investigadores computan 9 por ciento, los alumnos 30 y los trabajadores administrativos 10 por ciento.

En la Universidad de Salamanca el profesorado con doctorado y con vinculación permanente tiene 52 por ciento del voto; el resto de categorías de docentes, con excepción del asociado, 11; ayudantes y personal investigador en formación y profesores asociados uno; estudiantes de posgrado, 5, y de grado, 21, y trabajadores, 9 por ciento.

En la Universidad de París, el rector es nombrado por decreto del presidente de la República, tras una deliberación con su gabinete.

En Oxford, Reino Unido, hay un canciller vitalicio y el vicecanciller es elegido por el consejo, integrado por los antiguos miembros estudiantiles que hayan sido admitidos a un grado y por otros universitarios.

El presidente de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, es nombrado por la corporación universitaria, formada por varios miembros, entre los que están el presidente en turno y los becarios; estos últimos son elegidos por la junta de supervisores integrada por 30 miembros de la comunidad propuestos por un comité de ex alumnos.

En la Universidad Libre de Berlín, Alemania, el presidente y vicepresidente son electos por el senado académico extendido, formado por 25 miembros originales (13 profesores y cuatro representantes estudiantiles, cuatro del personal académico y cuatro trabajadores), 18 docentes y seis miembros de cada uno de los otros sectores.

La Universidad de Bolonia, Italia, también designa rector mediante el voto ponderado de su comunidad: 7 por ciento vale el de los estudiantes, 18 por ciento del personal técnico administrativo y 75 por ciento de profesores e investigadores.

En la Universidad de Chile se elige mediante el voto ponderado del claustro de profesores. Si los aspirantes no obtuvieran más de la mitad, se hace una segunda vuelta con los dos que más sufragios hayan obtenido. Tras el resultado, el presidente del país emite un decreto con el nombramiento oficial.