Cómo no los voy a querer. Con esa frase que habitualmente se escucha en las tribunas del estadio Olímpico Universitario para apoyar al equipo de futbol Pumas, José Narro Robles cerró la última sesión del Consejo Universitario (CU) que encabezó como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Así también respondió a los consejeros universitarios que se desbordaron en palabras para reconocer su labor al frente de la casa de estudios.

En la discusión de asuntos generales de la tercera sesión del año de ese órgano, 12 consejeros –académicos, estudiantes, investigadores y trabajadores– manifestaron su apoyo y agradecimiento a Narro Robles por su exitoso rectorado –de dos cuatrienios–, a la vez que presentaron la numeralia:

Se crearon 27 nuevas licenciaturas, para llegar en total a 115 que imparte la universidad; se amplió la matrícula estudiantil en todos los niveles a 45 mil espacios más que en 2007; se mantuvo un alza en los presupuestos federales; el número de integrantes y representación en el CU creció; se crearon dos escuelas de estudios superiores: León, Guanajuato, y Morelia, Michoacán; además de que se reforzó la presencia de la UNAM en los ámbitos nacional e internacional, entre otros.

El rector se limitó a agradecer los mensajes y consideró que el Consejo Universitario representa lo mejor que tiene la universidad. Desde su perspectiva, en este órgano colegiado hay divergencias y diferencia de posturas, pero esa es la riqueza de la máxima casa de estudios, esa diferencia de opiniones y perspectivas que hay para analizar temas de interés universitarios, nacional o mundial.

Dijo que el aprendizaje que se lleva es amplio, y se lo lleva de cada uno de los sectores que se representan en el Consejo, y fue por eso que al momento en que se refirió a los estudiantes se le entrecortó la voz, pues reconoció su generosidad, frescura, capacidad para transmitir y compromiso, cualidades todas ellas que los hacen jóvenes.

Antes del inicio de la sesión, en entrevista con reporteros, el rector –quien concluirá su segundo y último periodo al frente de la UNAM el próximo 16 de noviembre– admitió que deja varios pendientes: la actualización de los planes de estudio de los dos bachilleratos, la mejora permanente de la investigación y la academia y generar mejores estrategias para ampliar la cobertura.

Cómo no los voy a extrañar

Enfatizó que en el proyecto presupuestal entregado la semana pasada por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados no se plantea un recorte a la UNAM, pues se propone designar para el próximo año 39 mil 400 millones de pesos, cifra que en términos reales es 1.3 por ciento más alta a la de 2015, que fue de 37 mil 755 millones de pesos. Por lo que confió en que los legisladores avalen esa cantidad.

La sesión cerró con una fotografía con prácticamente todos los consejeros, en el Patio de la Antigua Escuela de Medicina, donde se realizó el cónclave, un goya y un alud de abrazos para Narro Robles.

Con un “cómo no los voy a extrañar... Y nunca los voy a olvidar", finalizó el rector.