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El paracaidismo en Chihuahua Pablo Gómez Ramírez Muerto en el asalto al Cuartel Madera; texto escrito en febrero de 1963
No es el campesino quien invade la tierra que le dio la Revolución, La situación impuesta al país hasta antes de 1910, por don Porfirio Díaz, sus científicos y sus guardias blancas para sostener un régimen caduco creador de una gran diferencia socioeconómica, es causa fundamental de todas las grandes conmociones sociales en la historia de la humanidad; en nuestro pueblo humilde hizo posible la Revolución Mexicana encabezada por Francisco I. Madero e interpretada fielmente en el norte por Francisco Villa y en las sierras del sur por Emiliano Zapata, quienes dieron fuerza y contenido a la misma, principalmente este último al proclamar: TIERRA Y LIBERTAD y QUE LA TIERRA SEA DE QUIEN LA TRABAJA. El éxito arrollador de estos caudillos que despertaron al pueblo fue la promesa hecha a todos y a cada uno de ellos en el sentido de que poseerían un pedazo de tierra una vez derribado el régimen. Pero en su mayoría los hombres que lucharon con las armas en la mano por un pedazo de tierra no pudieron estar presentes en el banquete de repartición de la misma, y fueron los cobardes de siempre, los que permanecieron escondidos en las ciudades de los Estados Unidos del norte, los que vinieron a recoger el fruto de la Revolución. Después de esto, el anhelo de los campesinos de tener un pedazo de tierra fue plasmado en forma humanística en el artículo 27 de nuestra Constitución y en el código agrario que de ése deriva, pero ha sido archivado por las autoridades que debían ser las encargadas de cumplir con este mandato constitucional. Así vemos cómo en nuestro Estado, exceptuando el impulso que en forma tan amplia dio el General Cárdenas a la Reforma Agraria, a 23 años de aquello, ésta ha sido frenada e inclusive retrocedida, pasando el artículo 27 a constituirse en letra muerta dentro de nuestra Carta Magna. Por otra parte, en nuestro estado, que desde el punto de vista geográfico carece de tierras aptas para la agricultura en forma extensiva por falta de cuencas hidrológicas, se ha ido agravando este problema por múltiples causas, entre las que debemos citar: el haber secado el río Bravo nuestros “buenos vecinos”, destruyendo con ello la agricultura del valle de Juárez y toda la cuenca del mismo hasta llegar a Ojinaga; también, el gran acaparamiento que de la tierra han venido haciendo los usureros en todos los sistemas de riego del estado, en contubernio con las autoridades agrarias y de colonización, dándose el caso, para citar un ejemplo, que en el sistema de riego número 5 de Ciudad Delicias, una sola persona se ha adueñado de cerca de 40 lotes, desplazando con ello igual número de familias que constituían una fuerza productivamente activa. Agréguese a lo anterior al aumento demográfico del pueblo en los últimos 25 años. Si esto sucede en lo que se refiere a las tierras de agricultura, en los terrenos pastales y forestales la situación ha sido más aguda, pues están en manos de banqueros, comerciantes, industriales y altos funcionarios de la administración pública, habiéndose adueñado de ellos haciendo uso de las formas más conocidas hasta la actualidad para originar el fraude, claro está, siempre en contubernio con las autoridades agrarias, empleados de la Secretaría de Agricultura y Ganadería y, lo que es inconcebible, con la complicidad de los representantes de la Confederación Nacional Campesina (CNC), y tiene que ser así, pues es la burguesía en el poder la que ha impuesto a estos empleados y representantes dentro de la administración pública. Así podemos observar cómo un administrador de uno de los ranchos ganaderos más grandes del Estado ha escalado los puestos públicos más importantes, llegando a ser diputado federal y siendo en la actualidad digno (?) representante de los campesinos de la CNC. […] La gran miseria en que vive la inmensa mayoría de nuestro pueblo; […] la insultante diferencia económica entre los latifundistas de toda clase y nuestra gente humilde; […] la traición al campesinado de México por parte de autoridades agrarias y representantes. de la CNC. Todo esto ha empujado a nuestros campesinos a realizar LAS INVASIONES EN ALGUNOS DE LOS LATIFUNDIOS QUE EXISTEN, lo que la burguesía reaccionaria denomina con el nombre de “paracaidistas”. Esto es lo que ha formado la firme determinación en los campesinos que no poseen ningún pedazo de tierraa afiliarse a la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), que en nuestro estado en forma tan valiente, honesta y activa ha dirigido el compañero y líder agrario Álvaro Ríos y de la cual es su dirigente nacional Jacinto López, única organización que defiende, en forma verdadera, los intereses de los campesinos de México.
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