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Doña Herculana* Alma Gómez Caballero Hija del doctor Pablo Gómez Ramírez, fallecido en el asalto a Madera, y presa política del Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR). Trabaja en el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres A. C. de Chihuahua El 13 de agosto pasado murió en Ciudad Delicias, Chihuahua doña Herculana Adame de la Cruz, madre de José Juan Fernández Adame, Matías, sobreviviente del asalto al cuartel militar de Madera, el 23 de septiembre de 1965, y mujer del alba. El primer recuerdo que tengo de Usted es de la Plaza de Saucillo, en un mitin por la libertad de los campesinos presos, entre ellos Matías; asistimos las estudiantes de la Normal Rural de Saucillo. Usted era una oradora formidable, con lenguaje sencillo relataba la situación del campo, expresaba el coraje contra la injusticia, reclamaba por la apatía de los funcionarios y llamaba a la lucha. En ese mitin un grupo de jóvenes, azuzados por los caciques y el cura, nos lanzaron tomates, huevos podridos, gases y víboras. Pablo, Beatriz, Lalo y Perla recuerdan que acompañaban a mi papá a Parritas, donde usted vivía con su familia, y mientras él se reunía con los campesinos, mis hermanos se bañaban en los canales y luego Usted les daba de comer. Pablo recuerda las tortillas de harina y las uvas. Lalo el pinole que guardaba en un trastero. Nunca nadie se iba de su casa con el estómago vacío. Después de que murieron los muchachos, Usted siempre nos acompañó. Con su presencia fuerte y solidaria, llegaba a nuestra casa de Delicias cargando melones, sandías y trigo, que Usted y su familia juntaban en la pepena. El trigo mi mamá lo mandaba moler y luego comíamos tortillas de harina integral. Antes de la muerte de Óscar y los muchachos, Usted me buscó en la Normal; tenían escondido en un rancho por el rumbo de Las Varas o el Orranteño, no recuerdo bien, a un joven herido, hasta ahí me llevó para que platicara con él. Se necesitaban medicinas, viajé a la ciudad de Chihuahua a ver a algunos compañeros para que las consiguieran. Cuando nos cambiamos a Chihuahua en el año de 1973, perdimos el contacto. Usted se vino a Chihuahua a buscarnos, no tenía una dirección ni idea de dónde vivíamos. Se fue a la parada de camiones que estaba en la calle Juárez, por la librería La Sorbona y ahí se estuvo preguntando a la gente si conocían a mi mamá. En ese tiempo doña Alma trabajaba en la Colonia Villa y vivíamos en la calle Aldama y 17; por ahí de mediodía mi mamá se bajó del camión en esa parada y se encontró con Usted, una vez más su solidaridad, instinto y capacidad para solucionar problemas le dio la razón y volvimos a encontrarnos. Después su generosidad y solidaridad con Pablo (Gómez Caballero) y sus compañeros en la invasión de la Colonia Tierra y Libertad, en Delicias. Cuando Gabino acompañó a Carlos Montemayor a entrevistar a los participantes en el movimiento campesino, estudiantil y magisterial de Chihuahua, a los sobrevivientes del asalto al cuartel Militar de Madera y sus familiares, vinieron con la familia Fernández Adame. Salió cautivado de su personalidad y le dijo a Gabino: “¡qué mujer tan extraordinaria!, es el personaje que me faltaba para la novela, ahora si está completa”. Carlos volvió a Delicias a entrevistarla de nuevo, Matías estaba enfermo. La foto de esa entrevista aparece en la solapa del libro Las mujeres del alba, donde Usted es personaje central. Con esta sencilla convivencia queremos decirle que es usted de las mujeres que han forjado este país, que estamos muy orgullos@s de ser sus amig@s y compañer@s. Es Usted una mujer del alba, una mujer del nuevo amanecer. *Doña Herculana no asistió a la presentación en Chihuahua del libro Las mujeres del alba, de Carlos Montemayor.
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