Bruselas.

La Eurocámara, reunida este jueves en sesión especial, votó a favor de la propuesta de la Comisión Europea del reparto obligatorio de 120 mil refugiados entre los países miembros de la Unión Europea (UE), en momentos en que Croacia cerró siete de sus ocho pasos fronterizos con Serbia tras recibir a varios miles de solicitantes de asilo que buscan llegar a naciones prósperas del continente.

Los ministros de Interior de la UE volverán a reunirse el martes para intentar zanjar las diferencias sobre las cuotas de reparto de refugiados, tema que divide a los países del bloque. El Parlamento Europeo exigió un reparto de 120 mil solicitantes de asilo dentro de la Unión Europea, aunque la última decisión queda en manos de los países miembros del bloque.

El cierre parcial de la frontera croata ocurrió después de que Hungría reprimió el miércoles con gas lacrimógeno y cañones de agua a cientos de migrantes y detuvo a 367 que buscaban cruzar a su territorio para desplazarse a Alemania.

El primer ministro croata, Zoran Milanovic, advirtió que su país no tiene capacidad para acoger a los 20 mil refugiados que intentaban ingresar al país y dijo que la mayoría serán expulsados.

Entre 4 mil y 5 mil migrantes llegaron a la localidad croata de Tovarnik y trataron de abordar trenes hacia Zagreb, lo que generó varios accidentes y enfrentamientos con la policía, confirmó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Unos 150 migrantes se encontraban varados este jueves en un tren en un puesto de la frontera entre Croacia y Eslovenia, después de que las autoridades de este último país rechazaron su entrada al no contar con los documentos legales necesarios, explicó la policía eslovena.

Durante un control regular en la frontera a bordo de un tren (proveniente de Croacia), se constató que 150 de los 300 pasajeros no llenaban las condiciones requeridas para poder entrar a Eslovenia, indicó un portavoz de la policía de fronteras eslovena, Anton Stubljar, a periodistas presentes en Dobova.

Agregó que las autoridades preparaban el regreso de estos migrantes a Zagreb lo más pronto posible.

En medio de esta crisis, el presidente de la Oficina Federal de Alemania para Migración y Refugiados, Manfred Schmidt, presentó su renuncia por razones personales, informó el Ministerio del Interior.

El dramático incremento en el número de solicitantes de asilo en Alemania plantea enormes desafíos para la oficina, se indica en la declaración. Según medios alemanes, Schmidt fue muy criticado por ampliar con rapidez la capacidad de la agencia.