A marchas forzadas continúa la construcción de un megaconjunto habitacional de cinco niveles para albergar poco más de 500 departamentos en la calle Rubí 38, en la delegación Tlalpan, que mediante la norma 26 promueve el Instituto de Vivienda (INVI) del Distrito Federal, sin contar con los estudios de impacto urbano, ambiental ni vial.

Los vecinos agrupados en contra de la obra señalaron que de nada han servido las movilizaciones realizadas desde marzo del año pasado ni las 12 reuniones con el gobierno central para detener los trabajos.

En el sitio ya se construyeron ocho torres, pese a que incumple, incluso, con algunos de los requisitos, de acuerdo con la norma 26.

Según las disposiciones legales, la norma no se aplica en los predios que no tengan acceso a la vía pública o que ésta sea menor a seis metros de ancho. La calle Rubí, única entrada al terreno, mide 4.19 metros y está rodeada de callejones angostos, empedrados, cerrados y sin aceras, expusieron los vecinos.

Señalaron que los postes de energía eléctrica, alumbrado público y teléfonos reducen aún más sus dimensiones, lo que dificulta seriamente la doble circulación por esta vía, que en horas pico es intransitable.

Este lugar, agregaron, no cuenta con drenaje, alcantarillado ni red de abastecimiento de agua potable, por lo que se incumple con otro requisito dispuesto en la norma 26, que no puede aplicarse donde la factibilidad de servicios sea negativa.

Los colonos detallaron que el 19 de abril de 2012 el Sistema de Aguas de la Ciudad de México emitió un dictamen para el predio de Rubí 38, en el que hizo del conocimiento del INVI que después de hacer la revisión y evaluación técnica, no es factible proporcionar el servicio de agua potable, debido a que en la zona existe muy baja presión, el suministro se realiza en forma programada (tandeos), además de la falta de nuevas fuentes de abastecimiento en la zona.

Las irregularidades detectadas ya fueron documentadas por la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial, pero pese a las recomendaciones para que se frene la obra, la construcción avanza.

Aún más, desde hace año y medio se presentó una denuncia ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, cuya sentencia no ha sido emitida, se quejaron los vecinos.

El uso de suelo aplicable en este predio es habitacional, con tres niveles y un máximo de 47 viviendas, pero tergiversando la norma 26 se amplió el número de pisos y de departamentos.