El nuevo titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, visitará todos los lunes escuelas de educación básica del país a fin de conocer directamente las inquietudes, necesidades y retos de alumnos, profesores y padres de familia.

El funcionario inició ayer por la mañana esta estrategia –que aprovechará para dar a conocer los beneficios de la reforma educativa– en la primaria España, ubicada en el Centro Histórico de la ciudad de México, cerca de La Merced. Ahí, algunos pro-fesores hicieron señalamientos, poniendo énfasis especial en la necesidad de transformarla mala imagen de los docentes que ha sido creada desde diferentes sectores.

Al final del recorrido –donde dialogó con estudiantes, padres y profesores–, Nuño respon- dió en entrevista al emplazamiento a un debate público que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) le hizo la víspera para discutir la viabilidad de la reforma educativa.

Estamos abiertos a platicar, pero es sobre la base de cómo aplicar la reforma educativa, sobre los fundamentos de la ley y totalmente público y transparente. Esas son las premisas que debe tener, no es para ningún otro tema. El diálogo es, en todo caso, para saber cómo avanzar en la reforma educativa en Oaxaca y en otros estados.

Sobre el paro nacional que el magisterio disidente realizará el 12 de octubre, dijo que se debe cumplir con la ley, y respetarla es fundamental para seguir avanzando en la reforma educativa.

Minutos antes de las 8 de la mañana, el secretario llegó a esta escuela, que inició operaciones en 1920 y es una de las más emblemáticas del Distrito Federal y ahí se destacó que el periodista Jacobo Zabludovsky fue alumno del plantel. Todo se dispuso para que los alumnos rindieran homenaje a los héroes del movimiento de Independencia y tras la marcha de la escolta con el lábaro patrio un par de niños, caracterizados como el Padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla, y el Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón, dieron sendos mensajes.

Frente a los menores, Nuño recordó que los honores a la bandera son una tradición instaurada en 1940 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, y lo que en realidad representa es rendir honores a México, a sus héroes del pasado, pero sobre todo al futuro, el cual debe estar cimentado y construido en una educación de calidad que les permita en su vida futura ser mexicanos más libres y construir un país más justo.

Ese, dijo, es el fin último de la reforma en el sector: ofrecer una educación de calidad a todos los niños del país, esto poniendo a la escuela y sus alumnos en el centro del sistema educativo.

No hay evaluación punitiva

Al finalizar la ceremonia no perdió oportunidad para acercarse a los alumnos, dialogar con ellos y hasta posar para la fotografía del recuerdo. Luego se dirigió al gimasio de la escuela, donde charló con maestros y padres de familia. Ahí descartó que la evaluación sea punitiva, como lo ha denunciado el magisterio disidente.

Hizo énfasis en tres puntos: que la evaluación no está hecha para castigar a los profesores, sino para apoyarlos y darse cuenta en qué se debe mejorar; que contrario a lo que se dice, sí se toma en cuenta la diversidad en el país y de los contextos nacionales y los socioculturales de cada zona.

Además, que los docentes con buen desempeño en la evaluación tendrán acceso a mayores estímulos, que en principio podrían incrementar sus ingresos en 35 por ciento y podrían alcanzar hasta 180 por ciento, y en las regiones más lejanas hasta 220 por ciento del salario.

Varios profesores expusieron algunas de las necesidades en este plantel, particularmente en la carga de trabajo administrativo, lo que les impide dedicarse al ciento por ciento a su labor docente. Nuño se comprometió a dar solución a los problemas de la escuela.