Culmina gestión del historiador Javier Garciadiego; lo sucede Silvia Giorguli
hay un proceso de cambio generacional, pero no debe perder calidad
Domingo 13 de septiembre de 2015, p. 13
A una semana de que concluya su gestión al frente de El Colegio de México (Colmex), Javier Garciadiego Dantan reconoce que el proceso de recambio generacional
en esa casa de estudios ya comenzó.
Eso conlleva, dijo, una transformación en las formas de enseñanza, la elección de nuevos temas de investigación e incluso en la construcción de nuevas formas de gobierno para una de las instituciones públicas de educación superior con mayor prestigio en México y América Latina.
Con la elección de Silvia Elena Giorguli, primera mujer que ocupará la presidencia de esa casa de estudios que acumula 75 años de historia, afirmó, se profundiza un cambio que comenzó años atrás.
Nueva planta académica
De 2007 a la fecha, dijo, 30 por ciento del claustro académico se renovó y se prevé que en cinco años más 50 por ciento de los profesores e investigadores tendrán menos de 10 años en el Colmex.
“Serán jóvenes con nuevos temas, nuevas visiones y actitudes. Se van a jubilar nuestros (investigadores) senior que tienen una forma de entender la institución. Y van a llegar otros que nacieron con pautas más democráticas, a quienes les gusta que todo sea transparente y dialogado, cuando antes era una institución mucho más vertical de lo que es hoy”.
Pese a ello, subrayó en entrevista que una de las principales encomiendas para quien ocupe la presidencia del Colmex es no permitir que éste pierda su calidad, excelencia y brillo; que se atente contra su pasado y se erosione su prestigio
.
Garciadiego Dantan, historiador y miembro de la comunidad del Colmex desde hace más de tres décadas, a la cual encabezó de 2005 a 2015, destacó que uno de los retos centrales de esta casa de estudios es estar a la altura de su pasado y de su prestigio
.
Agregó que mantener la excelencia académica exige competencia, porque sólo ésta te permite llegar a ella y evitar la modorra
.
Sin embargo, reconoció que el reciente caso de plagio de uno de sus ex alumnos, a quien se otorgó grado de doctor en sociología, nos lastimó, tanto a la institución, como a él mismo. Pero tomamos medidas inmediatas
.
Destacó que los alumnos cuando emplean un material impreso en sus investigaciones, lo respetan; piensan que copiarlo es plagio, pero si lo bajan de la red consideran que es investigación. Estamos ante un problema cultural de estas nuevas generaciones. Hay que enfrentar estos nuevos retos con imaginación, prontitud e inteligencia, pero no dejarlos pasar
.
Garciadiego reconoció que el Colmex se cimbró con el primer caso público de plagio, y subrayo público, porque había habido otros, pero que se resolvían y detectaban más rápido. Éste se identificó 11 años después
.
Consideró que el plagio no es un tema generalizado
en estudios de posgrado en el país, y destacó que cada año hay cerca de 4 mil egresados. Reconoció que siempre ha habido
casos de éstos, pero no se detectaban y muchas veces no teníamos la cultura de la denuncia
.
Apuntó que en el caso de la tesis plagiada –por un investigador chileno que cursó estudios en el Colmex, a quien le fue retirado el grado de doctor– y que se presentó en 2004, tomamos una decisión que se consideró histórica. Fue rápida. No le dimos vueltas, pero no denunciamos, porque de hacerlo la definición de este caso recaería sobre un juez que puede determinar que no hubo plagio o que puede ser seducido por el acusado y dar un resultado negativo. Esto ha sucedido, y en nuestro caso significaría devolverle el grado
.
Finalmente, Garciadiego reconoció que el Colmex deberá aplicar nuevos esquemas de control.