Los recortes al presupuesto del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida) son una constante desde 2014, cuando la dinámica debería ser al revés frente a una epidemia que sigue creciendo y para la cual no existen campañas de prevención ni detección temprana, señaló Luis Adrián Quiroz, presidente de Salud, Derechos y Justicia AC.

Aunque el discurso oficial afirma que la prevalencia de la enfermedad en México es baja –menos de 1 por ciento de la población general– y que la transmisión del virus está concentrada en grupos de alto riesgo, el problema es que no se ha detenido, sostuvo el activista.

Las autoridades de la Secretaría de Salud (Ssa) han reconocido la necesidad de realizar campañas y talleres en los lugares de reunión de los grupos de alto riesgo, como bares y centros de esparcimiento, pero ni en el Distrito Federal, donde se conocen bien la ubicación de estos sitios, no se encuentra nada y menos aún hay disponibilidad de condones como supuestamente debería ser, aseguró Quiroz.

El presupuesto para 2016 contempla para Censida una reducción de 26 millones de pesos con respecto a lo autorizado en 2015. De esa manera el centro, órgano rector de la política nacional en materia de VIH/sida, contará con 306 millones de pesos para el próximo año.

Otros activistas comentaron que a causa de los recortes ya tiene mucho tiempo que Censida no se puede mover, porque le quitaron los recursos para capacitaciones, viáticos e insumos para realizar los talleres en los centros de atención ambulatoria.

Luis Adrián Quiroz también comentó que la situación en México contradice los compromisos adquiridos por el país a nivel internacional para abatir y detener la transmisión del VIH. En todos los foros mundiales se habla de incrementar los recursos para reducir las brechas, para prevenir y en su caso, detectar en forma temprana a los nuevos infectados.

Si estos reciben el diagnóstico de VIH y los medicamentos antes de que presenten síntomas, además de prolongar el tiempo con una buena calidad de vida, pueden evitar la transmisión del virus. Esa es la visión que les falta a los que deciden los recortes presupuestales, señaló.