Se les trata como mercancía; sus historias son de terror
crueldad social en contra de los migrantes: activista
Martes 8 de septiembre de 2015, p. 7
El Estado mexicano terminó con la tradición de otorgar refugio y ciudadanía a los migrantes centroamericanos que huyen de la violencia; ninguna de las leyes establecidas en la materia se cumple, y la autoridad usa un lenguaje simulado, aseguró el sacerdote Pedro Pantoja, director de Belén Casa del Migrante.
Al participar en el coloquio La izquierda mexicana del siglo XX, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Fondo de Cultura Económica y el gobierno de Guerrero, Pantoja presentó algunos testimonios de migrantes en los que se revela el maltrato y tortura al que son sometidos por autoridades e integrantes del crimen organizado.
La migración de los centroamericanos, dijo el defensor de los derechos humanos, es una rebelión silenciosa contra el poder devastador de la globalización. Comparto el dolor, la lucha y los riesgos de ellos. Se les trata como a una mercancía; el crimen organizado los utiliza para negociar rescates, convertirlos en sicarios o para el comercio de órganos. Sus historias son de terror
.
Ante los asistentes al coloquio que ayer dio inicio en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, el activista recordó algunos de los acontecimientos que revelan el horror de los migrantes centroamericanos: la masacre de 72 personas en San Fernando, en 2010; la aparición de 193 cadáveres en fosas clandestinas en 2011, y el hallazgo de 49 torsos en fosas clandestinas, en 2012.
Hay una crueldad social contra los migrantes
, aseguró.
Cuando vino la avalancha de niños que tratan de llegar a Estados Unidos sin la compañía de algún adulto, “solicitamos al gobierno que otorgara la ciudadanía y protección a 66 menores, pero el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se comportó peor que el de Barack Obama, y los pequeños fueron expulsados.
Con ello se volvió a demostrar que México ya no tiene una tradición para atender a los migrantes, y que hay un burocratismo que se debe romper para crear una nueva ciudadanía basada en los derechos humanos
.
Durante el coloquio, Verónica Velasco preguntó al secretario de Cultura del gobierno de Guerrero, Arturo Martínez Núñez, ¿dónde estaba la autoridad para evitar la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa?
Martínez Núñez aseguró que el gobierno de Guerrero está atento al informe sobre el caso que presentó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y que atenderá sus recomendaciones.