Para reducir el impacto de los fenómenos hidrometeorológicos y climáticos, 66 por ciento de los cuales están asociados a ciclones e inundaciones, expertos proponen el establecimiento de un plan estratégico que permita atacar problemas como la información fragmentada y la poca coordinación entre instituciones.

Entre las fallas detectadas están que hay poca atención en la prevención y reducción de riesgo a desastres, lo cual es evidente en los planes estatales de acción ante el cambio climático y en los atlas estatales y municipales de Peligros o de Riesgos, existentes hasta ahora, indican.

Aunque ha habido avances en el Sistema Nacional de Protección Civil, persiste la dificultad para entender de manera sistémica e integral los procesos generadores del riesgo a desastres, su caracterización, identificación de actores, así como la creación de estrategias de prevención.

La atención al riesgo de los desastres se ha centrado en corregir en lugar de prevenir, indica el grupo RedesClim del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) –constituido por decenas de expertos en el tema–, mismo que propuso un plan estratégico nacional para la prevención, reducción y gestión integral del riesgo ante desastres asociados a eventos hidrometeorologicos y climáticos en México.

Un plan estratégico para este tema, considera el grupo de expertos, debe fortalecer una gama de acciones a escalas nacional, estatal y municipal, como lo son las respuestas eficientes y realistas mediante una mayor coordinación entre los tres órdenes de gobierno y la participación de la sociedad.

Entre los obstáculos del país para mejorar su gestión integral del riesgo de desastres está la falta de información de las causas biofísicas y socioeconómicas de ellos, indica RedesClim en el libro Conviviendo con la naturaleza, El problema de los desastres asociados a fenómenos hidrometeorológicos y climáticos en México, coordinado por María Teresa Cavazos, coeditado entre esta agrupación y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.

La obra plantea que a pesar de los esfuerzos realizados para mejorar la información disponible sobre las causas físicas que han precedido a los desastres durante las décadas recientes, persisten problemas de información fragmentada, poca coordinación entre las instituciones encargadas de la recolección de datos, dificultades en la sistematización de información y en el libre acceso de los datos entre diversos usuarios.

Agrega que las estaciones meteorológicas tienen problemas de continuidad temporal y espacial y no hay un control sistemático obligatorio de los datos recavados. Además, hay una falta de coordinación entre las instituciones que recogen los datos, lo que dificulta mejorar la cobertura y calidad de la información.

Impulsar la calidad de los datos

El plan estratégico nacional propone líneas de acción para ampliar y mejorar la cantidad de la información relacionada en los eventos climáticos e hidrometeorológicos con la infraestructura y recursos que hay.

Entre las líneas de acción que propone el plan, están impulsar el monitoreo y la calidad de los datos hidrometeorológicos, fortalecer el monitoreo ambiental continuo y de largo plazo, en el continente y en el mar.

Señala que es fundamental promover la creación de un centro nacional de acopio de datos y diagnóstico climático, para atender la carencia de recursos técnicos, financieros y físicos en un gran número de municipios.