El policía turco que aparece en varias fotografías recogiendo en una playa de Bodrum el cuerpo sin vida del pequeño Aylan Kurdi pensó en su hijo cuando vio al niño sirio de tres años que yacía en la playa, explicó a una agencia de noticias.

“Cuando me acerqué al niño, me dije: ‘Dios mío, espero que esté vivo’. Pero no mostraba señales de vida. Estaba devastado”, narró el policía Mehmet Ciplak en declaraciones a la agencia turca Dogan. Tengo un niño de seis años. Cuando vi al pequeño pensé en mi hijo y me puse en el lugar de su padre. No puedo describir la visión tan triste y trágica que era aquello, recordó.

Ciplak añadió que no sabía que en ese momento se estaba tomando la fotografía que dio la vuelta al mundo entero y se convirtió en el símbolo del drama de los refugiados sirios.

El miércoles pasado, 12 refugiados se ahogaron cuando dos botes se hundieron entre Turquía y Grecia. Aylan fue enterrado el viernes en la ciudad siria de Kobani. Se volvió símbolo de la resistencia de los kurdos de ese país frente a los combatientes al Estado Islámico, que proclamó hace más de un año un califato en amplias zonas de Siria e Irak.

El hermano de cuatro años de Aylan, Ghaleb, y su madre, Rihana, también fallecieron ahogados. El único superviviente fue su padre, Abdulá, quien regresó a Kobani, de donde, asegura, no volverá a salir. Canadá les negó refugio.