Unos 37 mil 875 millones de dólares de origen desconocido salieron de México entre enero de 2013 y junio de 2015, en la primera parte del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, indican registros de la balanza de pagos.

Esa cantidad contrastó con el ingreso neto de 408.1 millones de dólares de procedencia no identificable que quedó en la economía mexicana en el periodo equivalente del gobierno anterior, de enero de 2007 a junio de 2009, y quintuplicó el retiro neto de 7 mil 497 millones de dólares observado de enero de 2001 a junio de 2003, en el curso de la primera mitad del gobierno que encabezó Vicente Fox Quesada.

Del hueco dimensionado en los primeros dos años y medio del gobierno actual, 12 mil 229 millones de dólares, es decir, una tercera parte, fueron enviados al exterior por medios desconocidos entre marzo y junio de 2015, según los montos que faltaron o sobraron una vez hecho el registro pormenorizado de las llegadas y salidas de divisas al país por los conductos formales de la actividad económica.

El monto de los capitales oscuros, de los que sólo se sabe que estuvieron en la economía mexicana durante prácticamente la primera mitad del sexenio en curso, resultó 64 por ciento mayor al ingreso de divisas a través de la contratación de deuda con el exterior por las empresas y corporativos que operan en el país.

Esto implicó que mientras los empresarios de actividades formales contrataron 23 mil 100 millones de dólares de deuda a través de créditos y colocaciones de bonos en el exterior, según la balanza de pagos elaborada por el Banco de México, simultáneamente, los directivos de actividades informales y tal vez ilícitas, enviaban casi 38 mil millones de dólares allende las fronteras para asegurar sus capitales entre enero de 2013 y junio de 2015.

Esos envíos, registrados por omisión, fueron superiores también al pago de los intereses generados por el endeudamiento externo del sector privado no bancario, los cuales ascendieron a 27 mil 608 millones de dólares en el mismo periodo. También rebasaron en 12 por ciento los 33 mil 769 millones de dólares pagados como intereses de la deuda pública externa.

El comportamiento de los ingresos y salidas de divisas de México, de origen y destino desconocidos, no parece responder a una pauta definida. Pero existen algunas coincidencias con sucesos económicos y políticos.

Por ejemplo, el mayor monto de ingreso de estos oscuros capitales fue de 18 mil 258 millones de dólares y ocurrió durante el segundo trimestre de 2012, entre abril y junio, previo a la elección presidencial de aquel año. La mayor salida se registró en el tercer trimestre, previo al cambio de gobierno, cuando las cuentas de la balanza de pagos no cuadraron porque faltaban alrededor de 13 mil 231 millones de dólares, de los que sólo se conocía que aquí estuvieron.

En los datos del Banco de México se observa que se intercalan trimestres de fuertes salidas de estos capitales con otros de ingresos de divisas de menor cuantía, con más regularidad a partir del cuarto trimestre de 2013.

Entre octubre y diciembre de ese año se detectó la salida de 11 mil 14 millones de dólares de origen oscuro; pero de enero a marzo de 2014 se registró el ingreso de 3 mil 686.2 millones.

Durante el segundo trimestre de 2014 salieron casi 11 mil millones de dólares de origen desconocido, mientras en el tercer cuarto del segundo año de este sexenio otra vez se observó el arribo de 6 mil 135 millones de dólares de estos capitales; pero en el cuarto trimestre la balanza de pagos puso al descubierto que entre octubre y diciembre habían salido más 12 mil 800 millones de dólares del país por conductos no identificados claramente.

Dentro de la misma pauta, durante el primer trimestre de 2015 nuevamente se captó por omisión que unos 5 mil 924 millones de dólares de origen desconocido habían ingresado a la economía mexicana y entre abril y junio, en el segundo trimestre, se habían ido 12 mil 229 millones de dólares de esos capitales de dudosa licitud.