Deportes
Ver día anteriorDomingo 6 de septiembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Tom Brady, motivado tras ganar batalla en el caso deflategate

Patriotas, Vaqueros, Acereros y 49ers llegan en condiciones dispares

Dallas, a llenar hueco de Murray

San Francisco confía en Kaepernick

Foto
Comandado por Ben Roethlisberger, Pittsburgh buscará ratificar a su ofensiva entre las mejores de la NFLFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de septiembre de 2015, p. a14

Nueva Inglaterra.

Cuatro de los equipos más emblemáticos de la NFL comienzan la temporada con panoramas muy distintos. Acereros, Vaqueros, Patriotas y San Francisco son, en popularidad y logros, cuatro de los más exitosos de la liga. Entre ellos acumulan a la fecha 20 de los 49 títulos de Súper Tazón, pero en 2015 no todos cuentan con las mismas fichas para sumar a sus vitrinas un nuevo trofeo Vince Lombardi.

Precisamente Pittsburgh y Nueva Inglaterra pondrán en marcha la temporada, el próximo jueves 10.

Desde que Tom Brady se apoderó de la titularidad de los Patriotas, en 2001, Nueva Inglaterra ha sido amo y señor de la División Este de la AFC, al conseguir el título divisional en 12 ocasiones. No es coincidencia que la última vez que los Pats no llegaron a playoffs fue en 2008, cuando Brady se lesionó en el primer partido de temporada y se perdió el resto de la campaña.

El mariscal de Nueva Inglaterra acaba de ganar una batalla legal a la NFL en el caso de los deflategate –está pendiente una apelación– y ahora los Patriotas serán un dolor de cabeza para el resto de la liga, especialmente si Brady juega con la mentalidad de que tiene algo que demostrar.

De un panorama incierto con Jimmy Garoppolo como mariscal de campo en las primeras cuatro fechas, los actuales campeones de la liga acentúan su condición de favoritos en una división en la que dos equipos, Miami y Búfalo, hicieron adquisiciones interesantes que podrían poner en riesgo el cómodo reinado de los Patriotas.

Históricamente conocido como un bastión defensivo, Pittsburgh se transformó el año pasado en un equipo plenamente ofensivo, consiguiendo el segundo mejor ataque de la NFL, lo que fue suficiente para compensar su peor ubicación defensiva desde 1991. De la mano del quarterback Ben Roethlisberger, el receptor Antonio Brown y el corredor Le’Veon Bell, los Acereros buscarán ratificar que su ofensiva está entre las mejores.

La defensa inicia una era en la que por primera vez en más de una década no contarán con el inmortal Dick LeBeau llamando las jugadas, ni con el emblemático Troy Polamalu merodeando cada sector del campo.

Keith Butler, el nuevo coordinador defensivo, tiene la responsabilidad de reconstruir la formación para que por primera vez en muchos años esté al nivel de su ofensiva.

Mientras eso sucede, los deseos de Roethlisberger se han cumplido. Por primera vez es la figura indiscutida del equipo, en quien recaerá toda la presión y los Acereros llegarán tan lejos como él pueda llevarlos. En 2014 ganarón el Norte de la AFC y cayeron en la ronda divisional.

Durante años Tony Romo fue criticado, a veces injustificadamente, por no poder con la presión de cargar con las grandes aspiraciones de los Vaqueros. En 2014 el corredor DeMarco Murray se mantuvo saludable y todo cambió. Surgió el balance en ofensiva, principalmente en la zona roja, y Dallas pasó a ser protagonista.

Sin embargo, ante la partida de Murray, los Cowboys vuelven a carecer de un corredor de calidad comprobada que llene sus zapatos. Eso coloca nuevamente la presión en Romo, quien de la mano del estelar Dez Bryant, el veterano Jason Witten y una de las mejores líneas ofensivas de la liga intentarán maquillar la ausencia de Murray.

Jason Garrett necesitará encontrar un acarreador confiable que sea capaz de mantener al equipo aunque sea ligeramente impredecible para que Romo y compañía puedan actuar con precisión y confianza.

La defensiva sigue siendo un proyecto a futuro, aunque hay piezas importantes como el polémico veterano Greg Hardy y el no menos problemático novato Randy Gregory, quienes dan motivos para creer en una mejoría.

Para San Francisco ha sido un verano complicado, luego de que una temporada de 8-8 provocara la salida del coach Jim Harbaugh, quien hace tan sólo dos temporadas los había llevado a cinco yardas del campeonato. Muchos equipos cambian de entrenador, pero no muchos pierden a 20 jugadores de la temporada pasada. Es por eso que el panorama de los 49ers luce cuesta arriba.

Una defensiva que se ubicó dentro de las cinco primeras los recientes cuatro años perdió a cuatro de sus mejores jugadores: Justin Smith, Patrick Willis y Chris Borland por retiro y dio de baja al indisciplinado pero talentoso Aldon Smith. La ofensiva perdió a su coordinador Greg Roman, al líder histórico de la franquicia en yardas por tierra Frank Gore, a su segundo mejor receptor Michael Crabtree y al bastión de la línea ofensiva Mike Iupati.

Jim Tomsula es el encargado de acelerar el proceso de reconstrucción prematura en San Francisco y dependerá en gran medida de Colin Kaepernick, porque fuera de él y sus receptores, Anquan Boldin y Torrey Smith, los 49ers no tienen muchas razones para iniciar 2015 con optimismo.

En otro tema, Filadelfia dio de baja al mariscal Tim Tebown, quien parecía tener asegurado el puesto de tercer quarterback cuando las Águilas canjearon a Matt Barkley a Arizona el pasado viernes. Sin embargo, el entrenador Chip Kelly se deshizo de Tebow después de su mejor desempeño de la pretemporada, el pasado jueves contra Jets de Nueva York.

El ganador del Heisman de 2007, premio otorgado al mejor jugador del futbol americano universitario, intentaba volver a la NFL después de dos temporadas sin jugar.