En el centro histórico de Coyoacán continúa, sin ningún control, la violación de usos de suelo con la tendencia de convertir cualquier inmueble en antros, chelerías, bares, restaurantes y hostales, lo cual ha generado una sobrexplotación de la zona, denunciaron representantes vecinales.

La saturación de estos giros mercantiles se extiende principalmente en las calles aledañas a los jardines Centenario e Hidalgo, como ocurre en Caballocalco, donde cada fin de semana, cuentan los residentes, permea el ruido hasta la madrugada y las riñas entre alcohólicos son una constante.

En esa calle, considerada una de las más antiguas de la ciudad, se han abierto, uno al lado del otro, pequeños antros en locales que antes funcionaban fotocopiadoras, casas de música y loncherías.

Sin embargo, como si aún no fueran suficientes, está por abrir uno más en el inmueble marcado con el número 29. En ese sitio funcionó durante años el billar El Recreo, pero a fines de junio pasado cerró sus puertas para ampliar sus instalaciones y funcionar como bar.

Jesús Martí, vecino del lugar, presentó una queja en la delegación, ya que sin exhibir ningún permiso comenzó la remodelación, a pesar de que deben contar con la autorización del INAH, al ubicarse en una zona patrimonial.

Otros residentes acudieron a la PAOT y al INVEA, pero ninguna denuncia ha detenido los trabajos, que se extienden hasta la noche.

Un caso más se ubica en el jardín Centenario, junto a la iglesia de San Juan Bautista, donde un local que hasta hace unos meses era Artesanías Hansen fue remodelado y planea abrir como restaurante bar.

A estos negocios se suma la aparición de una oleada de hostales, en casas catalogadas que son habilitadas para prestar el servicio de hospedaje, sin contar con el uso de suelo ni con las medidas de protección civil que se requieren para operar como tales.

Leticia Perdiz, vecina de la colonia Villa Coyoacán, detalló que se han identificado por lo menos 30 casos, en calles como San Francisco Figuraco, Callejón Chilpa, Tres Cruces y Ortega, entre otras.

Carmen Aguilar Zínser, del patronato Amigos del Centro Histórico de Coyoacán, lamentó que poco a poco se pierda la férrea lucha que desde hace más de una década distintas organizaciones vecinales han dado para conservar esta zona patrimonial.

“Nunca antes hubo tanta perversión en los usos de suelo y una excesiva autorización para la apertura de establecimientos mercantiles, que son auténticas chelerías y antros de vicio”, expresó al definir la actual administración como la peor que le ha tocado a Coyoacán.