n su espléndido libro Las ciudades invisibles, Italo Calvino nos enseñó de la manera más lúcida a pensar qué es y dónde está el infierno: “…el infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar y darle espacio”.

Todo indica que gran parte de la sociedad mexicana ha optado por no ver el infierno, haciéndose parte de él; en tanto sus principales autores –los políticos y los dueños capitalistas de México–, lejos de sufrirlo, parecen gozar alimentándolo. No obstante, existen millones de niños y jóvenes que no tienen oportunidad para elegir: simplemente viven sus tragedias como única realidad posible.

Toma uno. De los millones de pobres que ha fabricado el neoliberalismo en los pasados 30 años, los más pobres son los niños y los jóvenes.

Toma dos. Una invisible multitud de menores sobreviven a lo largo del país viendo a su familia destruirse a causa de la pobreza y de la acción de y contra el narco. De ello da cuenta Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada en Sinaloa. En su libro Huérfanos del narco, publicado recientemente por Aguilar, exhibe con pesadumbre la vida de estos niños. Muchos de ellos no tendrán más camino que trabajar precisamente para los narcos y andar con su rabia y su rencor a cuestas.

Toma 3. Crece la población de menores que no llegan a la escuela o que la abandonan para trabajar. El número de niños que trabajan y son explotados llega a 12 millones o más.

Toma 4. En Sonora una red de traficantes vende bebés por 20 mil dólares; hay funcionarios públicos involucrados. Lo mismo ocurre en Chiapas, pero ahí la red se dedica más a la prostitución de las niñas.

Toma 5. El INE pide 15 mil millones de pesos para el año próximo porque –dice su titular– la democracia es muy cara. También para trabajar por la democracia, diputados salientes y entrantes en conjunto recibirán mil millones este año.

Toma 6. La PGR quiere consignar a trabajadores inocentes para encubrir la infamia de los dueños de la guardería ABC de Hermosillo, donde 49 nenes murieron asfixiados o calcinados.

Toma 7. En estado deplorable 50 por ciento de las escuelas… Toma…1000…

Señora Corrupción, señora Impunidad y señora Indiferencia, en nombre de los niños: ¡malditas sean!

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